La Confederación Hidrográfica del Tajo ha otorgado a la promotora Toledo Norte S.L. la concesión de un aprovechamiento de aguas superficiales para el riego de campo de golf con un volumen máximo anual de 434.415 m3 cuya captación se hará en la nueva depuradora de aguas residuales de Estiviel desde donde se impulsará con bombas.
Continúa así avanzando el proyecto de campo de golf previsto por los promotores del Programa de Actuación de Urbanística (PAU) de la Dehesa de Pinedo-Valdecubas, como paso previo a los cuatrocientos chalés de lujo que también se prevén allí. Los escépticos, sin embargo, señalan al campo de golf de Layos donde la empresa propietaria ha anunciado que éste se ve abocado al cierre por la reducción de usuarios y de torneos y el elevado coste de mantenimiento de las aguas que utilizan que también proceden de una depuradora.
El Pleno del Ayuntamiento de Toledo aprobó el pasado mes de junio de 2013, con los votos de PP y PSOE y la oposición de Izquierda Unida-Los Verdes, el Convenio urbanístico que permitirá al promotor inmobiliario Manuel Muñoz (Vistahermosa), asociado entre otros con el editor del periódico La Tribuna, Antonio Miguel Méndez Pozo, construir un total de 5.910 viviendas en la dehesa de Pinedo y Valdecubas, de ellas 855 unifamiliares y 5.055 en bloque.
Desarrollo por fases
La empresa promotora, que forma parte del mismo grupo que tiene paralizada la urbanización del PAU de La Peraleda, ha pedido autorización para desarrollar el proyecto por fases y a lo largo de cinco años, conscientes de las dificultades del mercado inmobiliario. Por ello la primera fase se destinará a vivienda unifamiliar, con un total de 419 chalés y un campo de golf, es decir orientándose al único mercado que parece gozar de buena salud, el de lujo.
Buena prueba de que nadie confía en que el proyecto se llegue a realizar en su totalidad es que el promotor podrá hacer la urbanización también por fases y de forma simultánea a la edificación, tal como le permitirá el Ayuntamiento. Además se prevé en el Convenio que, en caso de que no se haga más que la primera fase, que es la que de verdad le interesa al promotor y en la que no se prevé vivienda protegida, éste le entregará al Ayuntamiento dos solares urbanizados para así cumplir la obligación legal de cesión del 10 % del aprovechamiento para vivienda con protección pública.
Desde el grupo municipal de Izquierda Unida justificaron su voto negativo a este proyecto en que mantiene el mismo modelo de desarrollo urbanístico disperso que tantos problemas ha traído a Toledo y denuncian que aunque se contempla la construcción de casi 6000 viviendas no queda garantizado que los servicios básicos y los accesos estén al tiempo que las viviendas se habiten y ponen el ejemplo de que la conexión de este sector con la A-42 se pospone, dejando así un único acceso a la urbanización.