El Turó de la Rovira luce desde este domingo una nueva placa que recuerda las barracas del Carmel y Can Baró. Si bien a ojos de los turistas que se asoman puede pasar desapercibida, la placa responde a un compromiso con la memoria histórica de la ciudad.
Inaugurada en un acto organizado conjuntamente por la Comisión ciudadana para la recuperación de la memoria de los barrios de barracas y el Ayuntamiento de Barcelona, la placa rinde homenaje a los vecinos y vecinas que vivieron en este y otros núcleos de barracas del Carmel y Can Baró, una zona que llegó a concentrar durante los años sesenta hasta 600 barracas, las últimas derribadas durante los años 90.
Terminada la Guerra Civil centenares de personas aprovecharon las estructuras abandonadas de la batería antiaérea del Turó de la Rovira para crear allí “Los cañones”, un núcleo de barracas que durante muchos años estuvo sin agua corriente, electricidad, saneamiento ni servicios de ningún tipo, que se fueron consiguiendo gracias a la movilización vecinal.
La concejala de Horta-Guinardó, Mercedes Vidal, ha afirmado durante la inauguración que “es un trabajo ejemplar para recordar la Barcelona olvidada que ha luchado por recuperarse y dignificarse”. “Barcelona se siente muy orgullosa por esta lucha vecinal”, ha añadido Vidal. El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, también se ha dirigido a los vecinos y vecinas que vivieron en uno de los últimos grandes conjuntos de barracas de la ciudad, algunos de ellos presentes en el acto. “Queremos estar a la altura de su testimonio y ser herederos de su lucha”, les ha dicho.