El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha constatado los “malos resultados” de ERC, y ha dejado en manos de PSC y Junts la gestión de la “nueva etapa” abierta en Catalunya tras el 12M. “Trabajaremos para nuestro proyecto político desde la oposición”, ha dicho en una comparecencia esta noche electoral.
ERC ha sido la gran derrotada de la noche. Los republicanos pierden alrededor de 200.000 apoyos en el conjunto de Catalunya, con descensos importantes tanto en los pueblos de interior como en las grandes ciudades, y pasan de 33 a 20 escaños.
Aragonès no ha avanzado si la cúpula del partido dimitirá tras los malos resultados que acumula la formación en municipales, generales y catalanes y ha dicho que se dirimirán “responsabilidades” una vez se analicen “con serenidad” los resultados.
Por Oriol Solé