La exposición “Mare dels Desemparats, secularització i pervivencia de les formes populars del culte religiós” programada por el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat se ha convertido en un lugar de culto y peregrinación de la curia valenciana. Si la inauguración de la muestra estuvo presidida por dirigentes de la Iglesia valenciana -que ha colaborado en la cesión de obras- este jueves ha sido el propio cardenal y arzobispo de Valencia el que visite el ciclo expositivo que ocupa tres salas.
Antonio Cañizares ha sido acompañado en una visita guiada por el presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, que ha ejercido de “anfitrión”; el director del Muvim, Rafa Company; la subdirectora, Carmen Ninet; la jefa de Relaciones Externas del museo, Amparo Sampedro, y la historiadora Teresa Abad, según el comunicado oficial difundido por la Diputación de Valencia. En ese mismo comunicado, la diputación asegura que el cardenal “ha quedado impresionado” con la exposición que “se centra en la dimensión social de la imagen de la valencianía”.
El arzobispo de Valencia no se ha caracterizado por ser un líder religioso afín a los nuevos gobiernos salidos de las elecciones de 2015. Es más, en una carta dirigida al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, acusaba a su Gobierno de “censor y franquista”. Posteriormente tuvo que disculparse. Las feministas y los homosexuales también han sido blanco de sus críticas que lo han situado como uno de los dirigentes de la Iglesia española más conservadores y reaccionarios.
Mientras, el coste de la exposición continúa creciendo y, según fuentes de la corporación provincial, la muestra ha costado ya 167.676 euros, la más cara de toda la legislatura, incluida la de la República.