Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Ser una “cabra”, mejor visto que nunca en China

EFE

Pekín —

0

La llegada de un nuevo año lunar en China supone también la entrada en escena de otro signo del horóscopo del país asiático, cuyo influjo marcará a los nacidos durante esos doce meses y que en esta ocasión corresponde a la “cabra”, lastrado por antiguas supersticiones de las que el país quiere ahora deshacerse.

Ser una “cabra” -que no estarlo- ya no supone un problema en el país oriental. Antaño sino de infortunio, el Gobierno chino no parece dispuesto a permitir que creencias esotéricas alteren sus planes demográficos cuando ha decidido relajar su política del hijo único.

Y menos aún cuando las peticiones para tener un segundo vástago son inferiores a las que esperaban las autoridades, de alrededor de un millón en 2014, cifra que Pekín quiere ver aumentar este año para combatir el acuciante envejecimiento de la población de la segunda economía mundial.

Pero, a pocos días de decir adiós el próximo jueves al periodo del “caballo”, un signo acompañado de la fuerza y el brío de ese animal, no todas las mujeres en avanzado estado de gestación del país están dispuestas a que su retoño pierda los “privilegios” equinos.

Ping, de 27 años y que prefiere identificarse sólo por su apellido -como el resto de entrevistados-, ha quedado ya con un doctor para hacerse la cesárea antes del 19 de febrero, cuando oficialmente la “cabra” entra en escena.

“No quiero tener un bebé en el año de la ”oveja“ (se le llama cabra u oveja indistintamente). Trae mala suerte”, dice a Efe pocos días antes de dar a luz en un centro sanitario de Pekín.

En un tono similar se expresa Chang, casada desde octubre y que, a sus 26 años, edad en la que las mujeres chinas ya se enfrentan a una gran presión familiar si no son madres, asegura a Efe: “no pienso tener un bebé hasta que se pase el año de la oveja”.

“A mí me da igual, la oveja me hace recordar a Jesús”, dice por su parte a este medio Zhang, católica y embarazada de nueve meses, uno de los miles de ejemplos de los recientes adeptos al catolicismo en un país en el que más de 20 millones de personas ya abrazan distintas ramas del cristianismo.

Aunque, como apostilla a Efe el doctor Beng, del servicio de ginecología del Hospital Liying, en Pekín, “a lo mejor sólo una de cada cien mujeres decide adelantar el parto” a la llegada de la “cabra”, las supersticiones aumentan en las zonas rurales y, ante la duda, el régimen chino ha decidido redefinir al agraviado signo.

Atrás quedaron las leyendas que aseguran que las “cabras”, uno de los signos más denostados de los doce del rotatorio zodiaco chino, tienen una vida difícil porque normalmente sirven de alimento a los humanos, a excepción de los nacidos en agosto, más fuertes e independientes porque es cuando gozan de más pasto para comer.

La prensa oficial de China, uno de sus principales brazos de la propaganda oficial, ha publicado varios artículos en las pasadas semanas que destacan las bondades de este animal, entre ellos los que recuerdan que famosos como Robert De Niro, Steve Jobs o el mismísimo primer ministro, Li Keqiang, son cabras también.

“Y mire usted su éxito”, se interpreta del artículo de esta semana del diario oficial “Global Times”, en la misma línea que otro de ese periódico que indica que los “cabras” ocupan el puesto número seis, o sea en el ecuador de una lista con el porcentaje de multimillonarios de cada signo del país.

Más ilustrativa si cabe resulta la pieza del “China Daily”, con una docena de ejemplos de “cabras” anónimas a las que la vida les sonríe, como la bella Shang Lu, de 35 años, empleada de una cadena de televisión nacional y quien se considera “una persona afortunada”.

Con parámetros para medir la buena suerte como un buen empleo, haberse casado a una edad temprana o tener descendencia, mientras algunos entrevistados desdeñan las supersticiones, otros, como Liu Qingzhi, un hombre de negocios de 47 años, ven su lado práctico.

“Fue bueno para mí, ya que, como muchos padres no querían tener hijos ese año, tuve menos competencia por parte de mis coetáneos”.

Por si no fuera suficiente, otros medios de gran calado en China, como el “Diario del Pueblo”, portavoz del Partido Comunista, o la cadena de televisión estatal, la CCTV, han ensalzado estos días la “seguridad, riqueza y paciencia” de las “cabras”, signo de figuras de peso como el Nobel de Literatura Mo Yan o el actor Chow Yun-fat.

Todo lo que sea necesario para persuadir a las madres potenciales de un país que envejece estrepitosamente de que, sea o no agosto, las nuevas “cabras” chinas pastarán a sus anchas.