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Chick Corea, Bobby McFerrin y el Concierto de Aranjuez

EFE

San Sebastián —

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El Festival de San Sebastián se ha ido haciendo a lo largo de los años con un grupo de amigos que se ha asegurado la fidelidad de un público que nunca les falla, como les ha ocurrido hoy a Chick Corea y Stanley Clarke, a quienes se ha unido por sorpresa Bobby McFerrin en el auditorio del Kursaal.

Ha sido en una jornada en la que el Heineken Jazzaldia ha recibido en la Plaza de la Trinidad la enérgica propuesta del guitarrista John Scofield y al trompetista Nicholas Payton con el complicado reto de reinterpretar el histórico “Sketches of Spain” de Miles Davis.

Esto ha hecho que en esta velada el “Concierto de Aranjuez”, de Joaquín Rodrigo, haya sido protagonista por partida doble, con más acierto en el caso del “Spain” de Corea que en el de Payton, al que el desvalido grupo de vientos L'Instrumental de Gascogne, reclutado en Burdeos para la ocasión, ha dejado un tanto en la estacada.

Con “Spain”, Chick Corea y Stanley Clarke cerraban un excelente concierto y contaban para ello con un inesperado Bobby McFerrin que se encontraba entre el público y que ha echado mano de su sabiduría vocal para entonar nota a nota el adagio más versionado de la música española ante el regocijo de la audiencia.

Tanto Corea como Clarke suman un buen puñado de visitas a este Festival de Jazz, con y sin Return to Forever, juntos y por separado, pero nunca hasta ahora lo habían hecho con esta formación, como dueto para un concierto acústico de piano y contrabajo.

Clarke ha llegado esta vez sin su bajo eléctrico para traer al presente algunos de los temas de su antiguo grupo, como “Sometime ago” con cuyos delicados acordes comenzó su actuación.

Ambos se conocen a la perfección, se nota en la fluida conversación de amigos, en la facilidad con la que tocan rítmicos fraseos como los de “La Fiesta”, tema enlazado al primero.

Luego fue el turno de “After de cosmic rain”, composición de Clarke para Return to Forever, y el hermoso “Waltz for Debby”, del trío del pianista Bill Evans.

Antes de decir adiós con “No Mistery”, también de Return to Forever, hubo espacio para el protagonismo en solitario: Clarke con “La canción de Sofía”, una tema de un bellísimo lirismo que fue aplaudido largamente, y Corea con un emocionado “The yellow nimbus”, que dedicó a su amigo Paco de Lucía.

La espectacular despedida con el autor de “Dont worry, be happy” puso en pie al público que llenaba el auditorio tras hora y media de concierto, interrumpido durante algunos minutos después del tercer tema para solucionar pequeños problemas técnicos.

Del Kursaal a la Trinidad, al fallido intento de Nicholas Payton por llevarse el favor de la audiencia, que no derrochó precisamente entusiasmo al escuchar su revisión del disco que Miles Davis grabó entre finales de 1059 y principios de 1960.

La propuesta de Payton resultó coja a causa de la banda de vientos, y eso que estaba al mando del saxofonista, arreglista y productor Bob Belden.

Pero Nicholas es un gran trompetista e hizo solos magníficos, de voces altas y rasgados lamentos en la “Saeta”, aunque parapetado tras los teclados, se echó en falta una presencia más rotunda en el escenario en vez del segundo plano por el que optó.

Faltó el “sketche” de “Will o'the wisp”, de “El amor brujo” de Falla, y a cambio ofreció un tema propio y el “Stablemates” de Benny Golson, además de uno de su Nueva Orleans natal en los bises, que también cantó.

Mejor pintó para John Scofield, que recordó que esta era su décima visita al Jazzaldia, al que felicitó por su cincuentenario en 2015.

Pero eso era cuando decía adiós con un “Viva San Sebastián”. Antes, todo había sido ritmo a base de vigoroso guitarreo, el suyo y el de Avi Bortnick, el músico con el que grabó hace doce años “Uberjam”, proyecto que retomaron el año pasado con “Uberjam Deux”, y que en esta aventura se encarga también de los samples.

Esta noche, acompañados por Andy Hess al bajo y un formidable Terence Higgins a la batería, han repasado temas de los dos álbumes, en los que se han acercado a los terrenos del soul, el funk y los sonidos afrobeat, con temas como “Al Green”, “Boogie Stupid” y “Sanke Dance”.

“Curtis New”, “Dub dub” y “I brake 4 monster booty” han sido otros títulos de la noche, que ha concluido con un alegato contra el calentamiento global, “Endless summer”.

Y mientras todos esto pasaba por los espacios de pago, en el gratuito Escenario Verde de la playa sorprendía el cantautor irlandés James Vincent McMorrow, que ha precedido en el escenario a los esperados “The Horrors”.