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Guatemala quema su diablo para limpiar sus impurezas e iniciar la Navidad

EFE

La Antigua (Guatemala) —

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Miles de personas se aglutinaron hoy a la salida de la ciudad colonial de La Antigua, en Guatemala, para ver arder a un supuesto demonio, “el diablo” le llaman, e iniciar así las fiestas navideñas con el espíritu limpio.

Este dantesco personaje, de dos metros de alto y elaborado con papel maché, arde en la tradicional “Quema del Diablo”, que se realiza cada 7 de diciembre en Guatemala y en la que los guatemaltecos prenden fuego a figuras de demonios a las seis de la tarde para quemar las impurezas y traer suerte el resto del año.

Esta celebración mágica y religiosa se realiza en el día de la Virgen de la Concepción desde hace más de 25 años y, bajo la figura demoníaca, decenas de fuegos artificiales y cohetes esperan su oportunidad para explotar e inundar con su humo y ruido el ambiente.

Nada más ocultarse el sol, dos personajes con máscaras de diablo utilizan un escenario para dar lectura al testamento y a las leyendas del demonio, donde con jocosidad hablan de los problemas del país, como el deporte o el periodismo, y la ciudad que les da cobijo.

Turistas nacionales y extranjeros esperan cerca de la figura para ver las llamas. Sin embargo, segundos después de que se enciendan los cohetes a sus pies, los visitantes se apartan con una mezcla de miedo y excitación.

Transcurridos un par de minutos en los que se consume la figura del diablo, los bomberos apagan con bombas hidráulicas lo que queda de las llamas, mientras el público aplaude por el espectáculo para empezar una fiesta que comenzó temprano y durará hasta altas horas de la madrugada.

A primera hora de la mañana, a unos 10 kilómetros de Antigua, en la Ciudad Vieja, Sacatepéquez, el “Convite (baile) de los 24 diablos” sale a la calle con su danza en busca de almas corrompidas para llevarlas a sus pozos infernales.

Los actores que hacen de diablos visten disfraces de un color rojo intenso, como si estuvieran ardiendo, así como pelucas rubias y fantasmagóricas.