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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Malagueña Rocío Molina luce embarazo y arte sobre el escenario de La Bienal

EFE

Sevilla —

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La bailaora malagueña Rocío Molina ha demostrado esta noche en La Bienal de Sevilla que nada puede con el flamenco e incluso que su avanzado embarazo no es óbice para que, con modificaciones, pueda sacar a la luz su espectáculo 'Grito pelao' con todas las garantías de éxito.

Sobre el escenario del Teatro de la Maestranza ha llegado a la Bienal tras adaptar su espectáculo a su embarazo, que la obligó a parar la actividad durante tres meses y a “taconear un poco menos, menos violento, porque mi forma de bailar ha habido que cambiarla”, como explicaba en la presentación del espectáculo.

Y todo eso con el matiz de que ha contado en el escenario, entre otras colaboraciones, con su madre, Lola Cruz, que ha vuelto a ser parte activa de un espectáculo años después, para narrar la historia de una mujer lesbiana que quiere tener un hijo y que expresa todo lo relacionado con ese sentimiento a través del flamenco.

Con Carlos Marquerie, Rocío Molina en la dirección artística y Sílvia Pérez Cruz como compositora, la obra salió a la luz en parte, cuando Silvia y Rocío se conocieron en un avión y surgió una amistad que se tradujo, entre otras cosas, en el montaje visto esta noche en La Bienal.

Nacida en Málaga en 1984, Rocío Molina empezó a bailar a los tres años y a los 17 se graduó en el Real Conservatorio de Danza de Madrid con matrícula de honor, hasta que entró a formar parte del elenco de compañías profesionales con gira internacional.

A los 22 años estrenó 'Entre paredes', una primera pieza a la que siguen otras creaciones propias que tienen en común una mirada curiosa y transgresora sobre el arte flamenco que huye de los caminos ya transitados.