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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Pablo Abraira, “indignado” con el papel de la música en la Educación

EFE

Mérida —

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El cantante Pablo Abraira, que estos días representa en Mérida a un veterano Hércules en el musical de mismo nombre, se ha mostrado “indignado en líneas generales” con el tratamiento que se da a la música en la Educación, que no puede limitarse “a cinco días” de flauta dulce en el colegio.

En una entrevista con Efe, el cantante y actor reflexiona sobre la importancia de la música en su vida -“es el alimento del espíritu”, apunta- y cuenta las razones que le han llevado a interpretar a Hércules en el Teatro Romano de Mérida.

Abraira, que allá por los años 80 cosechara éxitos en ambos lados del Atlántico con sus papeles musicales de Che Guevara en Evita y de protagonista en Jesucristo Superstar, pisa por primera vez el “impresionante” escenario de Mérida y asegura que ha venido a impregnarse y empaparse de todas esas cosas que se han hecho en el teatro emeritense, que dice está “cargadísimo de energía”.

Hasta mañana Abraira (Madrid, 1949) encarna a un semidiós que en su búsqueda de Yol, la mujer que ama, y llegar a un circo, en el que se representa la historia hercúlea.

“Yo estoy medio de espectador, medio de crítico”, explica Abraira sobre su personaje, ya que interviene y valora la obra, en la que intervienen otros protagonistas, entre ellos el personaje de Hércules joven, que encarna Javier Pascual, a quien define como “además de cachas, encantador y lo hace muy bien”.

Preguntado por los héroes de la vida real, afirma que hay muchos “héroes cotidianos que tratan de salir adelante”, algo que le produce un “profundo respeto” y aunque no concreta, asegura que “sobre todo” admira a los que respetan a los demás y empatizan.

Sobre la música, considera que no se la da importancia necesaria, como en el sistema educativo, en el que a su juicio se debería enseñar a los niños “a escuchar música, a vivirla, como con la música clásica”.

“No está bien que se limite a que los niños hagan un año en el colegio con 5 días de flauta dulce, porque me parece un poco más serio”, asevera Abraira, quien admite su creencia en la musicoterapia y en el papel sanador de la música, y en que pueda modificar comportamientos y hasta “hacernos mejores personas y comprender muchas más cosas de las que comprendemos”.

A pesar de que se considera “la persona menos nostálgica del mundo”, nos retrotrae a sus 8 años, cuando su madrina le llevaba a conciertos de música clásica, a pesar de que a él le apetecía más “estar jugando”, y asegura que esto le sirvió para hacerle brotar su amor a la naturaleza y a la música.

Admite que con el tiempo se ha vuelto más exigente en sus gustos musicales, aunque afirma que oye todo tipo de música que le transmita algo: “Tchaikowsky o el Réquiem de Mozart tienen la capacidad de cambiar mi estado de ánimo en un momento determinado, pero oigo hip-hop y por supuesto jazz o blues”.

Respecto a “Hércules”, destaca el “excelente trabajo” que se ha hecho, en concreto Ferrán González, con la dirección musical, y destaca en la obra “se viven y conjugan emociones diferentes”, que hace que no haya ningún momento en que “decaiga” este musical “coral” dirigido a todos los públicos.

El intérprete de temas tan populares como “Gavilán o paloma” confiesa que “detesta” verse y oirse, sea en una entrevista en la televisión o en lo que ha grabado, y señala que hasta hace “dos o tres años” no ha visto su papel en Jesucristo Superstar, que le emocionó “muchísimo” al trasladarle esa música a las emociones que vivió en esos años 80.