El equipo de investigadores que busca fosas comunes de la Guerra Civil en terrenos de Alfacar (Granada) donde podrían yacer los restos de Federico García Lorca junto a los de otros fusilados retomará mañana su proyecto con la retirada de tierra en una superficie delimitada a partir de estudios previos.
La iniciativa, promovida por la Asociación “Regreso con Honor”, dispone de los permisos de la Junta de Andalucía, propietaria del terreno que se removerá, y del Ayuntamiento de Alfacar, pero actuará en representación de tres supuestos fusilados junto al poeta.
Su presidente, el arqueólogo Javier Navarro Chueca, ha informado a Efe de que, a partir de las 8.00 horas de mañana, se empezarán a retirar las tierras de relleno en la superficie delimitada por las investigaciones geoarqueológicas de los doctores José Luis Peña y María Marta Sampietro.
Para ello, se contará con la ayuda de una pala excavadora aportada por la Delegación Provincial de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía en Granada.
Este vaciado se llevará a cabo con control arqueológico y está previsto que dure aproximadamente un par de semanas, ha detallado Navarro Chueca, quien ha explicado que cuando se llegue al nivel del terreno original se procederá a localizar unos pozos.
De acuerdo a las fuentes manejadas, dicho pozos habrían sido utilizados como lugar de enterramiento del maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollás, supuestamente fusilados y enterrados junto al poeta.
Hasta llegar a la actuación que prevé iniciarse mañana se ha trabajado con estudios documentales, geoarqueológicos y paleogeográficos por parte de un equipo de especialistas en la zona del Caracolar desde el 2013, en un área delimitada cercana al Barranco de Víznar y a unos 500 metros del paraje en el que la Junta intervino sin éxito en el 2009.
Los investigadores han revisado las fuentes y han corregido un error de metros después de que el general Nestares, hijo del que fuera capitán José María Nestares Cuéllar, jefe del frente de Víznar y miembro de Falange, volviera al lugar de los hechos y cambiara las medidas iniciales.
La asociación apoya con su actuación las pretensiones de Nieves García Catalán, acogida desde pequeña por la familia del maestro republicano Dióscoro Galindo, y del sindicato CNT, considerado “familia política” de Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, dos anarquistas también asesinados supuestamente junto al poeta.
El colectivo cuenta con la financiación necesaria para iniciar esta nueva fase de trabajos gracias a una campaña de patrocinio y mecenazgo en la que recibió aportaciones económicas de lugares como España, Puerto Rico o Inglaterra.