La República Checa celebrará en 2018 sus cien años de existencia y, con ocasión de esa efeméride, Praga inició hoy la reconstrucción de la torre del Ayuntamiento de la Plaza Vieja y su reloj astronómico, uno de los referentes turísticos del país.
La reparación de la torre, el célebre reloj y la capilla se prolongará hasta septiembre de 2018, y supondrá un coste de 1,8 millones de euros, explicó hoy Jan Wolf, concejal de Cultura del ayuntamiento capitolino.
Este monumento fue seriamente dañado durante la II Guerra Mundial, cuando se llevó a cabo una “socorrida reconstrucción”, según Wolf, y ahora se le quiere le devolver elementos de su estilo original.
Además de reparar las ventanas de la cubierta, para evitar goteras, modernizar iluminación, accesos y lavabos y hacer más seguro el mirador de la torre, para evitar episodios dramáticos, se va a restablecer en el reloj su mecanismo gótico.
En la última reconstrucción de la posguerra, se introdujeron ruedas dentadas de metal, en vez de tambores de madera, que ahora vuelven al reloj, cuyo astrolabio también lucirá según los colores que aparecen en los documentos del siglo XIX.
Ante el reloj, que muestra estatuas alegóricas sobre los grandes vicios y virtudes, se concentran cada hora multitudes de turistas para ver desfilar a los apóstoles, cuya policromía será también restaurada.