Un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) publicado este jueves señala que los centros de distribución de alimentos de la criticada Fundación Humanitaria de Gaza –organización gestionada por una empresa estadounidense y respaldada por Israel–, son lugares de “asesinatos orquestados y deshumanización” de los palestinos.
MSF ha recogido y analizado datos médicos y testimonios de pacientes y de profesionales sanitarios en dos clínicas de la ONG en la Franja, en las que recibieron 1.380 víctimas, incluidos 28 muertos, entre principios de junio y finales de julio. MSF concluye que existe “una violencia precisa y con un patrón claro por parte de las fuerzas israelíes y de contratistas privados estadounidenses contra palestinos hambrientos en los lugares de distribución de alimentos gestionados por la GHF”.
Las tropas israelíes están desplegadas en los alrededores de esos centros y se coordinan con la GHF. Las autoridades gazatíes así como testigos e investigaciones periodísticas han denunciado que los soldados abren fuego contra los que acuden a recoger un poco de comida. Según el Ministerio de Sanidad palestino, más de 1.650 personas han muerto y casi 12.000 han resultado heridas mientras intentaban conseguir ayuda humanitaria.
“Un laboratorio de crueldad”
“En los casi 54 años de operaciones de MSF, rara vez hemos visto tales niveles de violencia sistemática contra civiles desarmados (...). Los sitios de distribución de la GHF que se disfrazan de 'ayuda' se han transformado en un laboratorio de crueldad”, alega la directora general de MSF, Raquel Ayora, en un comunicado, donde pide que se acabe inmediatamente con este sistema.
En el informe, MSF documenta algunos de los casos ocurridos desde que Israel permitió el reparto de comida en Gaza a finales de mayo –después de dos meses de bloqueo total– a través de este esquema militarizado, excluyendo a las agencias de la ONU.
“Al no tener alternativas para encontrar comida, las familias hambrientas a menudo envían a adolescentes a este entorno letal, ya que suelen ser los únicos hombres de la casa con la capacidad física para hacer el viaje”, describe la organización, que ha atendido a múltiples menores de edad heridos de bala en sus clínicas.
Asimismo, los testigos hablan de “niños disparados en el pecho mientras buscaban comida, personas aplastadas o asfixiadas en estampidas, multitudes enteras acribilladas a balazos en los puntos de distribución”.
Ataques intencionados
El 11% de los atendidos por heridas de bala en las clínicas de MSF en Al Mawasi (sur de la Franja) recibieron disparos en la cabeza o el cuello y el 19% en el pecho, el abdomen y la espalda, y los atendidos en la clínica de Jan Yunis (suroeste) presentaban la mayoría de los disparos en las extremidades inferiores.
Para MSF, “los distintos patrones y la precisión anatómica de estas lesiones sugieren fuertemente ataques intencionados a personas dentro y alrededor de los sitios de distribución, en lugar de fuego accidental o indiscriminado”.
“Los sitios no son más que un esquema mortal, que institucionaliza la política de hambre de Gaza de las autoridades israelíes que comenzó el 2 de marzo, con el asedio total que impusieron en la Franja como parte de su campaña genocida en curso”, denuncia la organización, que pide “el desmantelamiento inmediato del programa de la GHF y el restablecimiento del mecanismo de entrega de ayuda coordinado por Naciones Unidas”.