Los atentados yihadistas de mediados de noviembre en París y en la periférica Saint-Denis no van a afectar a medio plazo a la economía francesa pero sí de forma inmediata, indicó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), que espera un avance del 0,4 % en el primer y segundo trimestre de 2016.
A corto plazo, no obstante, la inflexión anotada en servicios como la hostelería o la restauración ante los temores de consumidores y turistas hacen prever un crecimiento del 0,2 % del Producto Interior Bruto (PIB) en el último trimestre del año.
Esa cifra es una décima inferior a la anotada en el tercer trimestre, lo que según el informe de coyuntura difundido hoy por el INSEE refleja la capacidad de resistencia del crecimiento económico nacional a pesar de las consecuencias de los ataques, en los que murieron 130 personas y más de tres centenares resultaron heridas.
En el tercer trimestre, la recuperación se vio impulsada por la producción manufacturera, que avanzó un 0,3 % tras una caída del 0,6 %, y por la aceleración de la actividad de los servicios mercantiles, que avanzó tres décimas y se situó en el 0,6 %.
Con la disipación progresiva de los efectos de los atentados, según el INSEE, se espera que el crecimiento económico alcance para mediados de 2016 una media del 1,3 % de cara al conjunto del año, dos décimas más que las esperadas para 2015.
El organismo estima que, de aquí a mediados del próximo año, la buena actividad esperada en la eurozona y la bajada de la moneda única apoyarán las exportaciones francesas, con un avance del 1 % en los dos primeros trimestres.
El INSEE prevé igualmente que la esperada subida en la creación de empleo será superior a la variación de la población activa, por lo que disminuirá el número de parados y la tasa de desempleo se situará en el 10,4 % a mediados de 2016, el mismo nivel que en el segundo trimestre de 2015.
El poder de adquisición se va a mantener también dinámico en los próximos seis meses, con un ritmo trimestral del 0,3 %, y aunque la inversión de los hogares se va a estabilizar en ese periodo, se espera una aceleración de las importaciones.
El INSEE estimó también que, a nivel general, de aquí a mediados de 2016 se va a mantener en la eurozona el ritmo de crecimiento, a razón de 0,4 % por trimestre, y que este se va a acercar en los diferentes países que la componen.
Así, espera que tras una ralentización de la economía española en el cuarto trimestre, del 0,7 %, el crecimiento económico del país se sitúe en el 0,6 % por trimestre en el primer semestre del próximo año.
El INSEE esperó igualmente un crecimiento sólido del consumo de los hogares, del 0,4 % por trimestre, gracias a la aceleración del poder de adquisición, la bajada en los precios del petróleo y la recuperación generalizada del empleo en la eurozona, que en concreto dice que será “muy neta” en el mercado laboral español.