El índice de precios de consumo (IPC) de Japón avanzó en agosto un 0,7 % interanual, en la octava subida consecutiva del indicador tras más de un año de caídas, informó hoy el Gobierno de este país asiático.
El índice mantuvo así la progresión iniciada en enero, cuando el IPC japonés experimentó su primer avance en 13 meses, aunque todavía está lejos de alcanzar el objetivo del 2 por ciento fijado por el Banco de Japón (BoJ).
El indicador, que excluye los precios de los alimentos por su alta volatilidad, avanzó un 0,1 por ciento con respecto a julio, según los datos publicados por la Oficina de Estadística del Ministerio japonés del Interior y Comunicaciones.
El encarecimiento de los precios del combustible, el agua y la luz, del 5,2 por ciento interanual, fue el principal factor que contribuyó al alza del indicador el pasado mes, seguido por el aumento del coste de los cuidados médicos, del 1,8 por ciento.
Los retrocesos más destacados se produjeron en los costos del transporte y las comunicaciones, del 0,4 por ciento, y de los muebles y utensilios para el hogar, del 0,2 por ciento interanual.
Los precios en Tokio, donde el análisis corresponde al mes de septiembre, subieron un 0,5 por ciento interanual y se mantuvieron planos respecto a agosto.
Los precios en el área metropolitana de la capital se consideran un indicador avanzado de la evolución del IPC en el territorio.
El Banco de Japón activó en 2013 un gigantesco programa de flexibilización monetaria con el fin de lograr la meta inflacionaria del 2 por ciento, aunque la caída de los precios del crudo y la ralentización global le han obligado a retrasar su plazo de consecución hasta 2019 y a activar otras medidas adicionales.