El Gobierno de Japón ha instado a los fabricantes de vehículos a llamar a revisión a unos siete millones de unidades más comercializadas en el país asiático de los modelos afectados por los airbag defectuosos de la compañía nipona Takata.
El Ministerio nipón de Transporte notificó su petición a los fabricantes la víspera, según recoge hoy el diario económico Nikkei.
El Gobierno japonés ha decidido seguir así los pasos de las autoridades de Estados Unidos, donde se han registrado diez de las once muertes relacionadas hasta la fecha con los dispositivos -la otra se registró en Malasia-, y han exigido a los fabricantes la revisión de todas las unidades que pueden verse afectadas por el fallo.
El defecto se concentra en los infladores de los airbag que están equipados con un gas que puede degradarse con el paso del tiempo y determinadas condiciones de temperatura y humedad, un problema que puede provocar que el airbag estalle y proyecte fragmentos de metal hacia los ocupantes del vehículo.
De llevarse a cabo la revisión de estas unidades, el número total de revisiones ligadas a las bolsas defectuosas de Takata ascendería a cerca de 20 millones de vehículos sólo en Japón.
Desde 2008, más de 50 millones de vehículos han sido objeto de rellamadas para reemplazar los infladores defectuosos, la mayoría instalados en el asiento del pasajero delantero.
Entre los fabricantes de vehículos más afectados se encuentran Nissan, Toyota, Honda, Ford, el Grupo Chrysler, Mazda, Honda, BMW, Mitsubishi o Volkswagen.