La compañía aérea alemana Lufthansa necesita unas inversiones anuales de 2.500 millones de euros, especialmente en su flota y en técnica, para poder ser competitiva, dijo su presidente, Carsten Spohr, la pasada noche en un encuentro con periodistas.
Spohr dijo que en España la negociación con los familiares de las víctimas del accidente del avión de Germanwings en los Alpes franceses “es muy constructiva”.
“La negociación en España es más fácil”, según Spohr, porque jurídicamente la situación es más clara que en Alemania ya que existen tablas de indemnizaciones por daños a diferencia de en Alemania, donde todo depende de cómo se produzca la negociación y jurídicamente la compañía no está obligada a los pagos.
Lufthansa todavía no ha hecho una oferta concreta a los familiares cercanos de las víctimas españolas del accidente del avión de su filial de bajo coste Germanwigs, que su copiloto estrelló intencionadamente cuando realizaba la ruta Barcelona-Düsseldorf, según los investigadores.
Spohr defendió la nueva estrategia de Lufthansa, con la creación de una nueva filial Eurowings de vuelos de bajo coste similar a Germanwings.
Lufthansa tiene una flota de 640 aviones, de ellos 320 los usa la matriz y los otros 320 restantes las filiales, según su presidente.
“Nuestra empresa es rentable pero no lo suficiente” para competir con las compañías de bajo coste y las aerolíneas del Golfo, que están subvencionadas, “por eso tenemos que adaptarnos y tenemos que hacerlo más rápidamente que en otras épocas”, añadió Spohr.
El presidente de Lufthansa dijo que en la actual situación financiera de la empresa, que tiene beneficio, es muy difícil convencer a los empleados y sindicatos de la necesidad de reducir los costes.
Spohr calificó las acciones de protesta de los pilotos de Lufthansa, que desde hace más de un año han secundado huelgas, de “la más dura en la historia de la compañía”.
Lufthansa, que tiene una cuota de mercado del 3 % y un millón de vuelos al año, realizó hace casi un año un pedido de 25 Airbus, 10 de ellos para su filial Eurowings y 15 para Swiss, para modernizar la flota actual y sustituir a los Bombardier CRJ900.
El volumen de inversión ascendió a 2.500 millones de euros al precio de catálogo de los aviones.
Lufthansa tuvo en el primer semestre un beneficio neto de 954 millones de euros, frente a la pérdida de 79 millones de euros un año antes, por la contribución del resultado financiero.