París, 9 feb (EFE).-La carne de caballo rumana detectada en platos preparados de la marca Findus, que oficialmente estaban preparados con vacuno, había sido negociada por tratantes en Chipre y Holanda antes de ser adquirida por una empresa del sur de Francia y elaborada por otra en Luxemburgo.
Este es el complejo circuito dilucidado por los servicios antifraude franceses, según el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, que en un comunicado destacó que esto ilustra que en esta operación había primado “una lógica financiera” que generó “más de 300.000 euros”.
Los primeros resultados de la investigación que se lleva a cabo en Francia han permitido establecer que fue el grupo francés Poujol, asociado a la marca Spanghero, ubicada en Castelnaudary (suroeste de Francia), el que suministró la carne incriminada a la planta de Tavola que tiene en Luxemburgo la sociedad francesa Comigel.
Poujol había adquirido la carne congelada a través de un negociante chipriota, que a su vez había subcontratado el encargo a otro marchante ubicado en Holanda, que había recurrido a un matadero en Rumanía de donde era el caballo vendido como vacuno.
El departamento francés de Consumo indicó que las pesquisas continúan, que se ha activado la red de alerta europea dirigida por la dirección general de sanidad de los consumidores de la Comisión Europea, y aseguró que “se aplicarán sanciones en consecuencia”.
Al respecto, recordó que los infractores se exponen a una sanción que puede llegar a la mitad del beneficio conseguido, en caso de que se trate de prácticas engañosas.
Pero si hubiera delito, entonces se podría llegar a una pena de dos años de cárcel y a una multa de 37.500 euros.
Findus, que ha retirado en Francia de la venta tres de sus platos preparados por la presencia de caballo en lugar de la carne de vacuno anunciada en sus ingredientes, indicó que a partir del lunes va a presentar una denuncia “contra X”, es decir, sin identificar un presunto responsable, porque se considera “víctima” al igual que sus clientes.
En la misma línea, Spanghero ha dicho que si se confirma el fraude se querellará contra la empresa rumana con la que se aprovisionó, ya que su encargo era de carne de vacuno, no de caballo.