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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

Por favor, ¡que hable Aznar!

Nos pasamos el día diciendo que el sistema tiene que cambiar, que los partidos fallan, que todo es un desastre y que todos somos un desastre, que necesitamos otra cosa que no sabemos qué es, que la cosa está fatal, que España se desangra,… ¿Y nos parece mal que hable el expresidente del Gobierno José María Aznar? Pues no estoy de acuerdo.

Esta mañana en la Cadena Ser oía a un reputado comentarista político que Aznar había dejado de entender lo que eran los partidos políticos y su sistema de funcionamiento. Este mismo señor, da igual su nombre, un día sí y otro también en tertulias de radio y televisión pide que las cosas cambien, que los partidos cambien. Y conste que no me parece mal, y lo tengo escrito en este blog. Este tertuliano y otro montón de gente a la que oigo y leo les parece algo chungo que Aznar haya abierto la boca. Pues a mí no. Me parece excelente.

Me parece excelente que hable Aznar o cualquier otro expresidente. Me parece fenómeno que hable cualquiera que tenga algo que decir. Les aseguro que Aznar tenía algo que decir porque sus palabras son el tema de la semana en todos los medios. Otra cosa muy distinta es que esté de acuerdo con el fondo. No voy a dedicar ni un segundo a lo que ha dicho. De eso ya ha hablado todo el mundo. Lo que me interesa es el debate sobre si debe o no hablar y me decanto claramente por una petición expresa: ¡Que hable Aznar!

En todo este follón en el que andamos metidos, lo peor que nos puede pasar es que prediquemos el cambio y que creamos al mismo tiempo que cada uno de nosotros somos poseedores de la verdad. Menuda porquería de cambio que estaríamos estimulando. Sin debate y sin oir al adversario. Iríamos a peor.

Me preocupa que solamente queramos leer a los columnistas que dicen lo que pensamos, sean locales o foráneos, porque estaremos cayendo en un sectarismo peligroso, además de aburrido.

Reconozco que es imposible leerlo todo y que hay que elegir y en ocasiones optamos por un intermediario, tipo José María Izquierdo, para conocer, a través de su 'Ojo izquierdo', algunas perlas de lo más cañí, o mejor sectario, del pensamiento español. Aunque a veces conviene leerlo sin intermediarios.

En cualquier caso, bienvenido el debate, bienvenida la discrepancia y la pluralidad. Lo ideal es que sea respetuosa pero que sea diferente. Para leer u oir solo al que piensa como yo no me hace falta ni salir de casa.

Por terminar. El PP está tocado. Hace aguas financieras. Rajoy fue nombrado a dedazo. El Gobierno está sometido a la troika y paralizado. El PSOE está demudado. UPyD se hace pasar por la pureza. IU aspira a entrar por las rendijas. Los ciudadanos están en paro o hartos. Pues bienvenida sea la discrepancia, especialmente la interna en los partidos. Ayuda a levantar las alfombras y a cambiar. Es que esto no pasaba antes. Por favor, ¡que hable Aznar!

Nos pasamos el día diciendo que el sistema tiene que cambiar, que los partidos fallan, que todo es un desastre y que todos somos un desastre, que necesitamos otra cosa que no sabemos qué es, que la cosa está fatal, que España se desangra,… ¿Y nos parece mal que hable el expresidente del Gobierno José María Aznar? Pues no estoy de acuerdo.

Esta mañana en la Cadena Ser oía a un reputado comentarista político que Aznar había dejado de entender lo que eran los partidos políticos y su sistema de funcionamiento. Este mismo señor, da igual su nombre, un día sí y otro también en tertulias de radio y televisión pide que las cosas cambien, que los partidos cambien. Y conste que no me parece mal, y lo tengo escrito en este blog. Este tertuliano y otro montón de gente a la que oigo y leo les parece algo chungo que Aznar haya abierto la boca. Pues a mí no. Me parece excelente.