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Dos miembros de Jarrai aceptan dos años tras rechazar la violencia

Dos acusados de integrar los grupos juveniles Jarrai-Haika, considerados organizaciones terroristas cercanas a ETA, y que regresaron a España para ser juzgados después de casi 15 años huidos, se han conformado hoy con dos años de cárcel tras reconocer su pertenencia a la banda y rechazar la violencia.

Así lo han manifestado Arturo Villanueva Arteaga y Alejo Moreno durante su declaración en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, en el que el fiscal ha mantenido los dos años de cárcel que pedía para ellos por un delito de pertenencia a organización terrorista, pena con la que su defensa se ha mostrado conforme.

Este mismo tribunal celebró el juicio por estos hechos contra una veintena de integrantes de las organizaciones juveniles Jarrai-Haika-Segi en junio de 2005, momento en el que tanto Villanueva como Moreno se encontraban huidos.

Ahora, precisamente por haber vuelto a España, la Fiscalía ha contemplado “la atenuante analógica muy cualificada de colaboración con la administración de justicia”, ya que “únicamente por su libre voluntad de comparecer y asumir las responsabilidades pendientes” se puede celebrar un juicio “que de otra forma, jamás hubiera tenido lugar” en tanto que los países donde se encontraban huidos (Francia y Reino Unido) denegaron las órdenes de detención cursadas por la Audiencia Nacional contra ellos. Por eso ha pedido para ellos dos años de prisión por un delito de integración en organización terrorista, doce menos de los que solicitaba en 2005.

Arturo Villanueva -responsable de relaciones internacionales de Jarrai en Navarra- huyó en 2002, cuando se instaló de manera clandestina en Irlanda hasta que fue detenido en Belfast en 2009, a instancias de la euroorden española, que finalmente fue denegada. Un año después, en 2003, huyó Moreno Sainz -alto cargo de la organización en Álava-, quien fue arrestado en 2009 en la localidad vasco-francesa de Ascain y puesto en libertad horas después.

La Fiscalía les considera responsables de la ilegalizada Jarrai, que posteriormente pasó a denominarse Haika y finalmente Segi, calificadas desde 2008 como organizaciones terroristas. Según el ministerio público, Jarrai y Haika “actuaban dentro de lo que ETA definía el 'frente de masas' siguiendo en cada momento las líneas propuestas por el aparato político y el comité ejecutivo” de la organización terrorista.

En relación a Jarrai, apunta el fiscal que “se constituyó desde su nacimiento en un instrumento de ETA, lo que se concretó en su dependencia política, organizativa y financiera”.

Su pretensión era la movilización de jóvenes “hacia los objetivos y estrategias de ETA”, convirtiéndose en “una inagotable cantera de militantes para el 'frente armado' de ETA que reciben su 'bautismo de fuego' a través de la 'kale borroka' o violencia callejera”.