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Setiembre deja más paro, empleo de peor calidad y más desempleados sin ningún tipo de prestación

El mes de setiembre suele ser un mes marcado en rojo en el deprimente mapa del empleo en Extremadura. Vuelven los trabajadores que han tenido que irse de camarero o a hacer camas a los hoteles, se acaban campañas agrícolas… y la rutina trae cada otoño unas cifras de paro muy negras. Este año, más de lo mismo. Y si la comparación se lleva a cabo con el resto del país, la conclusión más inmediata es que la brecha entre la España con trabajo y la España del paro cada día crece y lamentablemente Extremadura se hunde otro mes más en niveles de paro inaceptables. Ni más ni menos que 3.226 nuevos parados arroja la cifra de paro conocida ayer en nuestra región.

Las reacciones entre todos los partidos políticos y sindicatos fueron a lo largo de toda la jornada de máxima preocupación por estas cifras, a excepción del partido del Gobierno que en un ejercicio de funambulismo de cifras y fechas llegó a decir que contempla esas cifras de paro con “moderado optimismo”. El protagonismo gubernamental de tal afirmación fue el director del Sexpe Miguel Lozano que comparó cifras de años anteriores para obtener el dato de que este setiembre es mejor que los precedentes

21.ooo parados más

También tiró de datos el portavoz de Economía y Empleo del PSOE de Extremadura Miguel Bernal y recordó una cifra: Ahora hay 21.000 parados más que cuando Monago llegó al Gobierno hace algo más de tres años.

También CCOO ha tirado de calculadora para sumar y restar y sus datos dejan un regusto amargo: “El paro se incrementó en septiembre en 3.266 personas, un 2,42 por ciento en términos relativos, con lo que el número de personas en desempleo se sitúa en 138.426. Se trata de la cuarta subida mayor Con este aumento del número de personas paradas volvemos al volumen de paro registrado en el mes de mayo pasado y pone de manifiesto la mala calidad del empleo creado durante los meses anteriores.”

A excepción de ese sorprendente y moderado optimismo que muestra la Junta, todas las reacciones muestran una enorme preocupación por las cifras conocidas ayer.

IU habla de que estas cifras reflejan el deterioro de las relaciones laborales y la degradación del mercado laboral. Los regionalistas de Prex-Crex consideran que los datos son dramáticos y hablan de rotundo fracaso de las políticas de Monago. Desde UGT se observa con preocupación que el principal aumento del paro se localiza en el sector servicios con 2.842 parados más, con subidas sustanciales en las secciones de administraciones públicas, comercio que refleja el nuevo parón que se está produciendo en el consumo, y en actividades relacionadas con el turismo interior. También recuerdan que el crecimiento del paro fue generalizado en todos los tramos de edad, y que por sexo vuelve a perjudicar en mayor medida a la mujer.

Cada día más precario

Las cifras globales de paro son muy malas, pero si analizan con detalle los datos del paro surgen otras estimaciones inquietantes.

Por ejemplo, cada día el empleo extremeño es de peor calidad, más precario. En ese aspecto incidieron ayer partidos y sindicatos. UGT ofrecía datos llamativos señalando que de los 59.846 contratos hechos durante el mes, casi 2.000 contratos al día, únicamente 1.363 fueron indefinidos, “un mísero 2,28% del total”. En el sector servicios “cuatro de cada 10 contratos son inferiores a siete días”, remacha el sindicato. CCOO índice en esa línea : de los 59.846 contratos firmados el pasado mes casi el 91 por ciento no superó el mes de duración. A ese panorama de precariedad y contratos basura, el diputado socialista Miguel Bernal dejó un diagnóstico poco tranquilizador para los trabajadores: el empleo está “más enfermo” y se está asistiendo al “exterminio del trabajo decente”.

Ante este fracaso colectivo es evidente que no todos los sectores padecen por igual las consecuencias. Los colectivos más perjudicados son las personas jóvenes menores de 25 años, que registran cerca del 60 por ciento de paro, y los parados de larga duración, que ascienden ya en la región a las 56.000 personas, una cifra tremendamente preocupante que supone ya el 40 de los parados y el recorte de las prestaciones por desempleo en un 15 por ciento.

Historias tomadas de una en una

138.426 parados en una región como ésta son mucha gente, muchas historias, mucho dolor en las casas y en las calles. En Mérida, en la Plaza de España, ha comenzado a reunirse cada jueves un grupo de parados para hacer visible su paro y su necesidad de empleo. Ayer, en ese grupo estaba Chari, de Villanueva de la Serena, 31 años, separada. Lleva tres años desempleada, dos hijos a su cargo de 4 y 5 años. La última vez que cobró la renta básica fue el mes de agosto. Le tocaba renovar la prórroga de la prestación el 3 de septiembre, pero no ha podido hacerlo porque la convocatoria está congelada.

De momento lleva un mes sin ningún tipo de ingresos, con la ayuda de su abuela, su hermana y su suegra. “Si no fuera por ella, no sé cómo lo haría”, señala esta joven, que tiene asignada una vivienda social de la Junta y que reconoce que tiene problemas para hacer frente a los gastos de luz y agua que genera la casa.

Sus hijos han comenzado el colegio y no ha podido comprarles nada, ningún tipo de material porque en casa no entre dinero. A través de la beca de material les han dado a cada uno de ellos dos libros, pero el resto, que le corresponde a ella, no puede asumirlo.

Otro caso es el de Mari Luz, 34 años, separada. Desempleada desde hace años. Tiene tres hijos de entre 8 y 14 años y no recibe ningún tipo de ingresos, a la espera de que le renueven la Renta Básica. Solo los 150 euros en concepto de manutención que le pasa su ex pareja.

Cobró los seis primeros seis meses la renta básica, la última vez en el mes de junio, y le volvieron a aprobar la prórroga. Sin embargo no la ha cobrado. A la espera de que le llegue el dinero come gracias al comedor social de Mérida, situado en la antigua hospedería del Matadero del Prado.Prado. La situación es complicada para esta joven, que no encuentra trabajo y que también sobrevive gracias a la ayuda familiar.

Ayer, se habían juntado en la plaza de España una docena de personas, minutos después de las nueve de la mañana, justo a la misma hora en la que se hacía público que Mérida superaba los nueve mil parados.