Primeros días en los centros donde Nueva York paga a la gente 100 dólares por vacunarse: “Lo hacen por el dinero”

Una tarjeta de débito prepaga con 100 dólares (unos 84 euros), billetes para ver fútbol americano, 10 pasajes para el ferry, una entrada para ir a la estatua de la libertad y su respectivo transporte, un bono anual para el Teatro Público de la ciudad, dos semanas gratis para usar el sistema de bicicletas del la Gran Manzana o pases para las diversas atracciones de Coney Island son algunas de las opciones entre las que pueden elegir aquellas personas que se vacunen contra la COVID-19 en un centro municipal de la ciudad de Nueva York. La recompensa más popular son los 100 dólares.

“Lo hicieron por el dinero”, dice un padre que acompañó a sus dos hijas el último viernes de julio por la mañana -día en que empezaba la iniciativa- a un centro de vacunación de Lower Manhattan. Ellas no fueron las únicas. Más de 450 personas recibieron 100 dólares por pincharse el brazo en las primeras horas de la jornada, cifra que aumentó a más de 2.100 por la tarde, según el secretario de prensa de la alcaldía, Bill Neidhardt. El ambiente aquel viernes fue de calma generalizada.

Con este incentivo, la jungla de asfalto, que alcanzó este fin de semana las 10 millones de dosis administradas, busca volver a acelerar su sistema de vacunación, que ha disminuido en las últimas semanas al mismo tiempo que los casos de coronavirus volvieron a subir con fuerza a causa del avance de la variante delta. Los últimos datos oficiales indican que un 55% de la población mayor de 12 años de Nueva York ya ha recibido la pauta completa de la vacuna.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a todas las localidades que implantaran esta medida de recompensa y señaló que la liquidez no era un problema, ya que los gobiernos locales podían usar el dinero del plan de rescate que han recibido. El país norteamericano aprobó en marzo su tercer rescate de la economía por 1,9 billones de dólares.

¿Mascarilla para los vacunados?

El dinero no es la única razón que motiva a los neoyorquinos a inmunizarse, ya que cada vez hay más trabas para los no vacunados. Ejemplo de ello es Marco Ramírez, que se vacunó este fin de semana en un centro de Brooklyn, principalmente porque era uno de los pocos no vacunados en la cocina del restaurante en el que trabaja y tener la dosis completa le permitirá no llevar mascarilla constantemente.

Que los vacunados no tienen que llevar mascarilla era el mensaje oficial que se lanzó a los estadounidenses al principio de verano, pero a finales de julio los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) volvieron a recomendar el uso de tapabocas en los interiores de aquellos lugares con índices altos o notables de contagios por coronavirus, entre los que se encuentra Nueva York.

Este lunes, el alcalde de la Gran Manzana instó a los vacunados a volver a usar mascarilla en interiores para ayudar a frenar la nueva ola de coronavirus, pero no llegó a emitir un mandato de tapabocas obligatorio. De momento, la mascarilla es necesaria sólo en el transporte público, los hospitales y los colegios, pero ahora se pide que los neoyorquinos la usen en otros entornos públicos, como los centros comerciales o los cines.

Este martes, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha anunciado que exigirá una prueba de vacunación a aquellos que quieran entrar en gimnasios, restaurantes y otros sitios en interior para tratar de frenar los contagios e impulsar la inmunización

No solo los residentes pueden disfrutar de estos incentivos al vacunarse en Nueva York. Santiago Valenzuela, un colombiano de 16 años, también recibió 100 dólares por haberse inyectado con Pfizer en un autobús de vacunación aparcado cerca del puente de Williamsburg. “Había leído en internet que daban dinero, pero creía que era sólo para residentes”.

Su madre, Ximena Ospina, cuenta que en Colombia sólo se pueden vacunar los menores de 25 años que tengan algún tipo de problema de salud, por lo que habría sido imposible que su hijo recibiera la vacuna en su país. No obstante, explicó que sí que dan la segunda dosis a aquellas personas que ya dispongan de la primera. “Un amigo hizo lo mismo, se vacunó aquí de la primera dosis y luego en Colombia dijo que tenía la primera y le pusieron la segunda inyección”, detalló Valenzuela.