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Una investigación señala a Rusia y Siria como responsables del mortal ataque a un hospital

Ben Quinn

Una investigación encargada por Médicos Sin Fronteras (MSF) refuerza la teoría de que las fuerzas rusas y sirias fueron las responsables del mortal bombardeo a un hospital de apoyo en el norte del país, hace poco más de un año. El ataque, que se produjo el 15 de febrero de 2016, se cobró la vida de 25 personas.

Las imágenes de vídeo y fotografías tomadas por personal médico, activistas y otros ciudadanos fueron examinadas por Forensic Architecture, una agencia británica de investigación contratada por la organización.

Aunque Rusia negó desde el primer momento que sus fuerzas fueran responsables del bombardeo del hospital de Maaret al-Numan en la provincia de Idlib, MSF siempre sostuvo que el material digital confirmaba que el ataque fue llevado a cabo por los rusos, trabajando en conjunto con el régimen sirio.

Médicos sin Fronteras, que continúa presionando por una investigación independiente a través del Consejo de Seguridad de la ONU, acaba de publicar un vídeo realizado por Forensic Architecture en el que expone sus argumentos.

Mégo Terzian, presidente de MSF Francia, asegura que los hallazgos de los investigadores no constituyen “una prueba irrefutable” pero son “mejores que nada” y confirman ciertos indicios. “Queremos descubrir la verdad. No me hago ilusiones, sé que será difícil hacer justicia, pero este trabajo permite denunciar a los autores de estos actos criminales”.

La organización, cuyas operaciones en Yemen también ha sido objeto de ataques letales, afirma que tiene la intención de seguir utilizando la recopilación de pruebas digitales. “Usaremos más estas nuevas herramientas, muy vinculadas a la idea del periodismo ciudadano”.

“Ser testigos, denunciar y decir lo que pensamos y creemos ha sido históricamente el modus operandi de MSF. Y lo seguiremos haciendo porque es la única pequeña fuerza que tenemos en situaciones como esta”, asegura Pierre Mendiharat, subdirector de operaciones del grupo.

Más allá de presentar una queja ante los tribunales locales, es poco lo que MSF puede hacer cuando su personal y sus pacientes son atacados. Sí puede pedir a la Comisión Internacional de Investigación Humanitaria (IHFFC) que inicie una investigación. Pero este organismo, creado para investigar las violaciones del derecho internacional humanitario, requiere el consentimiento de las partes involucradas.

Tras un ataque aéreo del Ejército estadounidense en un hospital de MSF en Kunduz, Afganistán, la organización pidió al IHFFC que iniciara una investigación, pero EEUU no dio su consentimiento.

La evaluación independiente del ataque en Siria asegura que el análisis balístico y la recopilación de testimonios locales prueban que se trató de un ataque aéreo en el que se utilizaron misiles en lugar de barriles de explosivos. 25 personas murieron, incluyendo un trabajador de MSF. Otros 11 resultaron heridos.

El vídeo muestra la estrategia del 'doble golpe'

El equipo de Forensic Architecture ha realizado su investigación basándose en vídeos y fotos autenticados, que han sido analizados para reconstruir el bombardeo.

El material confirma que los aviones rusos y sirios que fueron vistos despegar de sus respectivas bases coinciden en tiempo y lugar con los ataques. Además, el examen de las imágenes de vídeo de uno de los aviones muestra su semejanza con el MiG-23, un avión que utiliza exclusivamente el ejército sirio. La investigación muestra el uso de la estrategia militar de 'doble o triple golpe'. Es decir, bombardeos repetidos sobre el mismo objetivo en periodos cortos de tiempo, con los que se busca alcanzar a las personas que se acercan a socorrer a los afectados. Esto supone “una clara ilustración de la persecución implacable de civiles y de organizaciones de ayuda en Siria”, de acuerdo con el comunicado de Médicos sin Fronteras.