El gobernador regional de Járkov, Oleh Syniehubov, ha denunciado un ataque de las tropas rusas contra un centro de salud de esa ciudad, en el noreste del país, donde se distribuía ayuda humanitaria. El bombardeo ha dejado cuatro muertos y siete heridos.
“Es obvio que el enemigo quiere sembrar el pánico y obstaculiza la ayuda humanitaria”, ha dicho en un mensaje en su canal de Telegram.
La Policía local ha precisado que para el ataque a “una infraestructura civil”, notificado a las 7:45 hora local, las tropas rusas usaron “varios misiles”.
“La policía está documentando este crimen contra el pueblo ucraniano y reuniendo todas las pruebas necesarias para juzgar a los perpetradores,” agregan las fuerzas de seguridad de la ciudad, a través de su cuenta de Facebook.
Se trata, según el gobernador, del segundo ataque ruso en un día en la zona, después de la ofensiva de ayer contra un puesto de la empresa de correos Nova Poshta, que según afirma mató a seis personas y dejó heridas a otras 17. Syniehubov ha precisado que a lo largo del jueves las tropas rusas abrieron fuego en 55 ocasiones contra posiciones ucranianas, disparando unos 240 cohetes Grad y Uragan.
De acuerdo con la agencia de noticias ucraniana Ukrinform, a fecha de hoy y desde el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero, en la región de Járkov han muerto más de 300 civiles, entre ellos 15 niños.