Javier Sánchez, actual propietario del Logroñés, y su antecesor, Juan Hortelano, han declarado ante el Fiscal Superior de La Rioja, Juan Calparsoro, dentro de la investigación emprendida por la Fiscalía para determinar si en este club se ha cometido algún delito.
La Fiscalía tomó esta iniciativa después de que el Logroñés quedará excluido de la Liga de Tercera División al no presentarse en dos partidos. Sus jugadores optaron por no jugar después de que Javier Sánchez no les pagara varias mensualidades y, en ese tiempo, les ofreciera cheques sin fondos y pagarés que no pudieron hacer efectivo.
La fiscalía citó a Sánchez, que acudió acompañado de un abogado, y también a Hortelano, quien vendió el club al anterior -por un euro- días antes del descenso del equipo. No obstante, ha explicado el Fiscal, Hortelano se había ofrecido a comparecer antes de ser citado; finalmente, su declaración tuvo lugar el viernes, también acompañado de un abogado.
Calparsoro ha aclarado que su investigación no será sólo sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el Logroñés, sino que pretende esclarecer si en los últimos años los dirigentes de la entidad han cometido delitos. Por ello próximamente podría citar a otros ex-dirigentes del club.
La investigación de la Fiscalía es uno más de los “frentes” que el Logroñés tiene en los tribunales y que, probablemente, conducirán a su desaparición como sociedad, puesto que un juzgado de la capital riojana ultima los trámites para nombrar un “liquidador” que afronte la situación de “quiebra” de la entidad.
Además, 89 socios del Logroñés se han sumado a una plataforma que en los próximos días decidirá si demanda judicialmente al actual presidente de la entidad, Javier Sánchez, por el “incumplimiento contractual” que, a su juicio, supone que el equipo no tenga actividad deportiva aunque ellos ya han pagado sus abonos.