Estudiantes es el primer finalista

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El partido fue claramente para los argentinos, que tuvieron el control del balón y también las mejores ocasiones del partido, casi en propiedad. Comandados por la 'brujita' Verón, que no erró casi ningún pase, salieron a por el encuentro desde el primer minuto y sólo la mala suerte de cara a gol evitó que sentenciaran antes el partido.

Los coreanos pagaron muy caro el hecho de jugar con demasiada dureza. El colegiado Rosetti, uno de los más destacados de la UEFA, estuvo acertado de cara a cortar el juego duro y no se encogió a la hora de mostrar tarjetas, cargando a los coreanos con siete amarillas y una roja directa, dejando al equipo con 8 jugadores y con Denilson, autor del gol coreano, bajo los palos tras ser expulsado el portero y no disponer de más cambios.

Fue una primera parte inesperada para ambos equipos, y cuando los coreanos parecían contentos con irse al descanso con empate a cero, llegó el primer gol de Estudiantes, polémico, pues Benítez marcó de falta directa, si bien parecía un centro, y Boselli, en fuera de juego, intentó rematar a puerta sin llegar a tocar claramente el esférico.

Antes del gol, los argentinos tuvieron ocasiones de la mano de un omnipresente Boselli, que remató todo lo que le llegó a sus pies o cabeza, y también por parte del bigoleador Benítez, uno de los mejores junto a Verón. En total, los de Mar del Plata dispararon 19 veces, 7 de ellas a puerta, por solo 7 remates del Pohang.

Ya con 0-2, tras una semivolea de Benítez dentro del área pequeña y con la portería tapada sólo por un defensa, Estudiantes dispuso de alguna ocasión más pero, todo lo contrario, el gol llegó del bando asiático. Denilson, quien fue el héroe del partido contra el TP Mazembe, marcó y acortó distancias en el marcador. Parecía que cobraba interés la semifinal, pero un minuto después el coreano Jae Sung vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado.

El Pohang se quedó con otro jugador menos, pero aún así continuaron con la presión e intentando aprovechar algún contraataque, aunque sin éxito. Una vez expulsado el guardameta, se acabó del todo el partido y Verón amagó e hizo jugar atrás el balón hasta el pitido final.