La gala de esta semana ha sido la de las despedidas. Después de una semana conviviendo con los tres visitantes indígenas, los concursantes de Gran Hermano han tenido que decir adiós a sus discípulos y maestros. Una despedida sin precedentes donde ambas culturas se han unido para demostrar a toda la audiencia los sentimientos de unos y otros. Poco después, los nominados se despidieron de la casa para entrar en la sala de expulsiones.
Uno a uno han ido abandonando la sala de expulsados mientras la Milá, vestida de plátano, un poco verde y negro para mi gusto, pronunciaba sus nombres. Gerardo, el más odiado por el sector femenino de la casa ha sido el primero en volver a la casa, seguido de Hans y Ángel. Dándole la enhorabuena, Indhira ha tenido que despedirse de su amado Arturo. En un duelo de titantes, la de Tenerife y el vasco han tenido que esperar a que Mercedes Milá diese el veredicto de la audiencia.
Mientras el resultado de la noche llegaba, el programa decidió seguir de cerca la relación de Arturo e Indhira, que esta semana ha dado un nuevo giro en sus idas y venidas. Una vez expulsada Carol, la de Castro, Arturo ha vuelto a arrimar cebolleta hacia Indhira. Durante los primeros días de unificación ambos limaron asperezas, estando en todo momento en el punto de mira de sus compañeros. Los ojitos enamorados de la malagueña y la mirada de macho ibérico del vasco se volvieron a cruzar. “No quiero liarme con él”, aseguraba Indhira...
Pero lo hizo. Las sábanas fueron testigo de un nuevo acercamiento. Todo apuntaba a que el delfín podía volver a hacer su aparición en la casa de Guadalix. Mientras estos dos se acercaban, sus compañeros se distanciaban más de ellos.
“No creo que debas posicionarte”, aclamaba la madre de Arturo desde las gradas del plató. Con un enfado más que evidente y luciendo palmito con una camiseta con la cara de Arturo, junto fuerzas para defender la actitud de su hijo con Indhira. Al borde del llanto, la hermana del vasco sacó los mejores argumentos para defender lo indefendible, mientras con voz acusadora afirmaba que se ha hecho una campaña para que salga su hermano de la casa. Aunque no lo han conseguido. Melanie fue la elegida por la audiencia, con un 52%, para abandonar la casa de Guadalix. Una vez visto el resultado, la Milá preguntó de forma insistente qué opinaban ahora los familiares de Arturo. En resumen, con esta oportunidad que le ha dado el público, todo apunta a que el delfín de Arturo puede volver a hacer su aparición en la casa de Gran Hermano.
La entrevista con Melanie no tuvo “ni chicha ni limoná”. La sosez de la que hacía gala dentro del concurso se vio reflejada en la mirada impasible y sonrisa fingida que la de Tenerife mantuvo durante todos los vídeos que le mostraron de sus compañeros. Eclipsada por Nagore, volvió de nuevo al lado “oscuro” y tuvo que defenderse de ciertas acusaciones que se acercaban a la definición de “calientabraguetas”. Y es que los juegos que se ha traído la rubia con el macho del norte no han dejado a nadie impasible. Cuando salga Indhira de la casa tendrá que hacer frente a unas imágenes que, seguro, la dejarán helada. Arturo tocando el culo a la rubia, Arturo apunto de darse un buen morreo con la rubia, Arturo levantándole la camiseta a la rubia...y un largo etcétera que dejará sin respiración a la malagueña.
Más sorpresas. Ángel ha sido el elegido por sus compañeros para realizar un viaje solidario a Perú. Los candidatos eran Gerardo, Ángel y Arturo. Uno por uno, e instados por la Milá, fueron eligiendo a su preferido para realizar esta aventura. El vasco no tuvo demasiada buena respuesta a la elección de sus compañeros y como un quinceañero se quedó a verlas venir.
Esta semana no hay nominaciones. Los habitantes de Guadalix podrán disfrutar de siete días de tranquilidad, hasta que el próximo jueves, noche de Halloween, tengan que volver a enfrentarse a los puntos y las razones. Por otro lado, uno de los concursantes expulsados puede volver a entrar en la casa. El público se encargará de decidir quién es el ¿afortunado? Mientras, los concursantes que siguen dentro barajan ya sus candidatos a poner frente a la audiencia. Todo apunta a que la pareja feliz tendrá que volver a compartir sillón en la sala de expulsiones.