La crisis vuelve a llenar las aulas riojanas

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No hay trabajo y antes que quedarse en casa o callejear, mejor es volver a clase y formarse a la espera de obtener un empleo en el futuro. Así se podría explicar la razón por la que las clases de colegios e institutos de La Rioja vuelven a llenarse. El absentismo escolar de los últimos años – La Rioja y Baleares registraban datos elevados con respecto a otras regiones -ha descendido en 2008 y una buena explicación podría ser ésta. Así lo ha asegurado el consejero de Educación, Luis Alegre, antes de la reunión del Observatorio de la Convivencia Escolar de La Rioja.

“Cuando la situación laboral se torna difícil, todo el mundo se refugia en clase para mejorar su perfil curricular” asegura Alegre al tiempo que manifiesta que no es casualidad que en las regiones donde el índice de empleo es alto también lo sea el de absentismo laboral. “Si a esto le unimos el abandono escolar motivado por el fenómeno de la inmigración, las tasas en La Rioja eran elevadas” concluye el consejero.

Por tercer año consecutivo se ha reunido el Observatorio de la Convivencia de La Rioja que ha analizado los casos de acoso escolar en los centros de la región. En el curso 2009-2010 se han realizado 39 intervenciones, un número que según Alegre sitúa a La Rioja como una de las comunidades con menos casos de violencia en las aulas -1 caso de cada 10.000 alumnos-.

Estas cifras son superiores a las del curso anterior en tan sólo un caso. De esas 39 actuaciones, 5 de ellas se han ratificado como situaciones de acoso probable o comprobado, el resto son situaciones de violencia esporádica como peleas o enfrentamientos entre alumnos y profesores e incluso algunos casos han sido provocados por conductas con problemas psiquiátricos como por inadaptación de los alumnos al entorno.

Alegre ha destacado que en los casos de violencia en las aulas cada vez están más presentes las nuevas tecnologías como internet y el teléfono móvil sobre todo entre los alumnos de Formación Profesional y Secundaria. El consejero también ha destacado “la hipersensibilidad” de algunos padres que ante una pelea entre alumnos creen alarmados que se trata de un caso de acoso o conflicto de violencia en las aulas. Para ello, la consejería activa un seguimiento minucioso para establecer qué es acoso y qué no. “La mayoría de los casos se resuelven en el propio centro, los registrados son los que llegan a la consejería a través de la inspección o Atención a la Diversidad y son resueltos por orientadores o psicólogos” asegura el consejero.

Otro de los casos “curiosos” que se establecen ante la violencia escolar es la utilización de ésta por parte de algunos padres como excusa para cambiar de colegio a su hijo. Estos se acogen al acoso escolar para justificar la necesidad de alejar a su hijo del centro y matricularle en otro.

Por último, Luis Alegre ha realizado una propuesta a los responsables reunidos en el Observatorio que la puesta en común de impresiones y soluciones entre los responsables educativos pero también por parte de la judicatura y la policía que en ocasiones tienen que solucionar estos casos.