Ecologistas en Acción ha presentado su informe 'Banderas Negras 2009. La crisis, una oportunidad para la costa', donde otorga 311 'banderas negras' a lugares con una degradación ambiental alta y con grandes amenazas sobre sus ecosistemas y 392 'puntos negros' a playas con pequeños o puntuales impactos que agravan la situación.
La ONG ecologista denuncia que ''la crisis está siendo aprovechada por unos pocos que siguen enarbolando el modelo de crecimiento que precisamente la generó, como son las grandes empresas de infraestructuras y energías.''
Así, en esta undécima edición, el número de 'galardonados' ha aumentado en comparación con los datos de 2008, que concedió 303 banderas negras y 310 puntos negros a las costas españolas y donde señalaba que el nivel de transformación de la costa o la saturación de los principales destinos turísticos dejaban a la socioeconomía de los pueblos locales en “una total incertidumbre” y a la costa “en un alarmante estado de degradación”, que a su juicio, complicaría las posibilidades de reconversión económica.
La organización considera que el sector urbanístico es el principal motor de desnaturalización de la costa y apunta que los planes de ordenación urbana que prevén la construcción de casi 19.000 nuevos amarres en Galicia, con más de 4.000 nuevas viviendas y los cerca de 2.500 nuevos amarres de Cantabria sólo contribuyen a acelerar este proceso.
Por otra parte, las comunidades autónomas que ya están colapsadas por estas infraestructuras continúan con las mismas políticas, asegura el documento. Un ejemplo de ello es el Plan de Puertos de Cataluña, que prevé la instalación de 7.500 nuevos amarres.
Ante esta alarmante situación, Los gobiernos centrales, autonómicos y locales insisten en ''la receta de más construcción como modo de generar empleo de mala calidad y gran temporalidad que, además, destruye el patrimonio natural, contribuyendo de manera muy importante a la progresiva destrucción del turismo'' señala la ONG.
Ecologistas en Acción critica que de los 230 millones de euros invertidos en todo el litoral por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, la mayor parte han ido a parar a la construcción de paseos marítimos y regeneraciones de playas, obras que van contra del Plan Nacional de adaptación al Cambio Climático.
El documento indica que las infraestructuras más peligrosas para el mantenimiento de un perfil costero sano son los macropuertos industriales y de pasajeros. la Administración ha acelerado la aprobación de estos proyectos, aunque algunos todavía no se han puesto en marcha debido a los procesos judiciales, la oposición de la Unión Europea y de la propia UNESCO.
La ONG concluye pidiendo a las administraciones públicas y a la ciudadanía que apueste por un modelo basado en el estudio de la capacidad de carga del territorio y sus ecosistemas, con programas de restauración ambiental y reconversión de sectores altamente depredadores como el turismo y la construcción. Además, solicita políticas que protejan el mar y la pesca tradicional.