Decenas de miles de seguidores del primer ministro depuesto, Thaksin Shinawatra, conocidos como ‘camisas rojas’ por su indumentaria, trasladaron sus protestas este miércoles hasta la residencia del actual mandatario Abhisit Vejjajiva, en la capital tailandesa, Bangkok. Sus principales reivindicaciones son la convocatoria de elecciones y la disolución del actual Gobierno.
Entonando cánticos, haciendo sonar el claxon de sus vehículos y ondeando banderas rojas, los opositores del Frente Unido por la Democracia y contra la Dictadura (UDD) y del partido opositor Puea Thai, marcharon en su cuarto día consecutivo de protestas pacíficas hasta el domicilio de Abhisit. Cuando lleguen a la residencia del mandatario esparcirán nuevamente bolsas de sangre donadas por los propios manifestantes, en un gesto simbólico con el que pretenden reivindicar el retorno de la democracia al país asiático.
El primer ministro Abhisit se encuentra recluido desde el pasado viernes en una base del Ejército para prevenir cualquier posibilidad de que se produzcan disturbios violentos. A pesar de que el domingo se llegaron a congregar hasta 150.000 opositores en las calles de Bangkok, la Policía informó hoy que tan sólo 40.000 permanecían en las protestas, ya que el resto ha regresado a sus ciudades de origen.
Provenientes en su mayoría de las áreas rurales del país, los 'camisas rojas' consideran vulnerado su derecho al voto debido al golpe de Estado perpetrado contra Thaksin en 2006, una sublevación militar que fue precedida de multitudinarias manifestaciones de los ‘camisas amarillas’, el grupo de las élites urbanas y monárquicas que apoyan el gobierno de Abhisit Vejjajiva.
Los ‘camisas rojas’ iniciaron sus protestas el pasado viernes. Junto a los miles de opositores provenientes de las zonas rurales de Tailandia, se han manifestado también unos 60 parlamentarios del partido opositor, que incluso han donado su sangre para las protestas con las que pretenden ilustrar la idea de Estado dictatorial.