La preocupante situación que viven millones de personas en la República Democrática del Congo ha sido una vez más denunciada por los trabajadores humanitarios que están en la zona. En esta ocasión, han sido los Misioneros Combonianos, quienes han querido resaltar esta realidad congoleña y destacar, sobre todo, la implicación de Occidente en esta tragedia.
Según estos misioneros, las partes enfrentadas en el conflicto, que tiene asoladas las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur y Oriental [este y noreste de la República Democrática de Congo], “actúan al servicio de los intereses de las potencias económicas de Occidente y de Oriente”.
“Una vez más, denunciamos la situación trágica en que se encuentran millones de congoleños que pagan un altísimo precio por la continua situación de conflicto que sigue causando víctimas inocentes y ha provocado una gran destrucción en los largos años que dura la guerra”, han afirmado los Misioneros Combonianos, reunidos esta semana en Roma para participar en el XVII Capítulo General de la orden.
“Como misioneros que trabajamos desde hace décadas en esta región tocada por el conflicto y siendo testigos oculares de esta violencia, sabemos que en la raíz de esta guerra hay un plan para expoliar el país de sus recursos, que las partes implicadas actúan como una 'longa manu' al servicio de los intereses de las potencias económicas de Occidente y de Oriente”, ha denunciado la orden.
Además, los Combonianos han informado que los principales afectado por está situación “siguen siendo las capas más débiles de la población”. “Denunciamos los secuestros de niños para enrolarlos en la guerrilla y nos impresiona el aumento de la violencia contra las mujeres”, han afirmado los miembros de la orden.
Los Misioneros Combonianos se han dirigido a Naciones Unidas y al Parlamento Europeo para pedirles que tomen las medidas necesarias para salvaguardar la vida y los derechos de las poblaciones inocentes.
“Es preciso hacer toda la presión necesaria sobre los gobiernos occidentales para que actúen y detengan esta catástrofe que está devastando el noreste de la República Democrática de Congo”
, ha subrayado la orden. “Lo más deplorable es que estos abusos y esta tragedia están teniendo lugar ante los ojos de aquellos que deberían proteger a la población civil”, denuncian los misioneros.
Por otro lado, los misioneros han puesto de relieve uno de los mayores combustibles del conflicto congoleño. “Ésta es una guerra hecha para encubrir el saqueo de las riquezas minerales del país, en el que el 70% de sus 60 millones de habitantes vive con menos de un dólar al día”, afirmaron los misioneros, que se remitieron al análisis efectuado en noviembre del año pasado por los obispos congoleños.
Según los misioneros, “la situación no ha cambiado tras los acuerdos de Goma de enero de 2008 entre los grupos armados en presencia de los Cascos Azules y de los mediadores europeos y americanos”. “La diplomacia se ha revelado impotente para resolver esta situación”, añadieron.