Más del 13% de los jóvenes reconoce conductas de violencia machista

0

El 19 por ciento de las chicas y el 32 por ciento de los chicos adolescentes justifican la violencia y el sexismo como reacción a una agresión y tienen “una preocupante tolerancia hacia el maltrato”, según un estudio elaborado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, del que se desprende que más del 13% de los varones jóvenes dice haberla ejercido y un 9% de las mujeres, haberla padecido.

El estudio, presentado por el delegado del Gobierno en la materia, Miguel Lorente y realizado en colaboración con el Ministerio de Educación , se ha realizado en 335 centros educativos con una población total de 11.020 estudiantes, 2.727 profesores y 254 equipos directivos para analizar la percepción e incidencia de la violencia machista en las aulas y los mecanismos disponibles o recomendables para prevenirla.

Los resultados dividen a los adolescentes en tres grupos en función de su exposición a conductas violentas y su nivel de justificación de las mismas. Así, revela que el 76,1 por ciento de las adolescentes rechazan estas conductas, frente a un 18,9% que las justifica “en cierta medida” y “como reacción a una agresión” con una “preocupante tolerancia hacia el maltrato”.

Además, hay un tercer grupo formado por el 4,96 por ciento de las adolescentes, las que han vivido “en carne propia” situaciones de maltrato en la pareja “con cierta frecuencia” aunque no por ello la justifican más que el resto, conforme señala el estudio.

En cuanto a los chicos, el 65% “rechazan de forma generalizada” el sexismo y la violencia, mientras que un 32,1% la “justifican en cierta medida” y el 3,21 por ciento “reconoce haber ejercido situaciones de maltrato en la pareja con frecuencia” y tienen una justificación de la misma “bastante más elevada” que entre el resto de chavales.

CONTROL, ASILAMIENTO, ABUSO EMOCIONAL

Según los datos presentados por Lorente, las situaciones de maltrato más frecuentes y extendidas entre los adolescentes son “las de control abusivo y aislamiento, seguidas de otras formas de abuso emocional, a través de las que suele iniciarse la violencia de género”.

En este sentido, un 9,2 por ciento de las chicas encuestadas dijo haber vivido situaciones de maltrato por parte de chicos con los que estaban saliendo, habían salido o querían salir, con actitudes como “intentar controlar hasta el más mínimo detalle”, lo que había padecido un 6,98%, “intentar aislarla de sus amistades” (6,09%) o “hacerla sentir miedo” (2,71%). Además, el 1,01 dijo haberse sentido obligada a practicar conductas de tipo sexual en las que “no quería participar”.

En cuanto a los chicos, un 13,1 por ciento reconoce haber ejercido este tipo de conductas, que en un 2,7% tienen que ver con intentar “controlar hasta el más mínimo detalle”, en el 1,97%, tratar de “asilarla de amistades” y, en un 1,3 por ciento de los casos, “presionar” a la chica para que realizase conductas de tipo sexual que ella rechazaba.

Lorente expresó su “preocupación” por la repetición entre los jóvenes de este tipo de conductas, lo que a su juicio implica que en las nuevas generaciones “la masculinidad sigue construyéndose en torno al sexismo y la violencia”.

Pese a estos resultados, el estudio destaca que más de un tercio de los varones consideran que controlar todo lo que hace la chica “no es maltrato”, algo en lo que coincide más del 26 por ciento de las niñas. Además, para el 30,7% de ellos y el 18% de ellas tampoco es maltrato decirle a la niña “que no vale nada”, igual que para el 22,8% tampoco lo es “hacerle sentir miedo” (también lo opina el 13,8 de ellas).

Respecto a la relación de pareja en sí, el 8,1 por ciento de los chicos y el 3,3 por ciento de las chicas refrendan patrones de dominio y sumisión, mostrando su conformidad con sentencias como que “para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria”, que “cuando una mujer es agredida por su marido es que algo habrá hecho para provocarla” o “si una mujer es maltratada por su compañero y no le abandona, será porque no le disgusta del todo esa situación”.

Estas creencias, proceden, según Lorente, tanto del entorno familiar, como del educativo y los medios de comunicación --el 80% se informan sobre violencia a través de la televisión-- por lo que el papel de todos es “fundamental” para prevenir la violencia.

De hecho, la encuesta revela que el 34,2% de los chicos ha escuchado “con frecuencia” a adultos defender que si alguien pega, debe devolver el golpe o que los celos son una expresión de amor, unos mensajes que calan más en los chicos que en las chicas, más receptivas, según el estudio, a los mensajes que defienden la igualdad.

MENOS DEL 30% DE LOS COLEGIOS

Ante esta situación, el estudio se plantea la labor de los centros educativos y concluye que un 27,7% de los centros tratan ya la violencia de género en su trabajo con las familias, un 40% de los profesores ha trabajado directamente esta cuestión y el sesenta por ciento restante espera tener ocasión de hacerlo, ya sea en tutorías o mediante programas integrales del centro.

Conforme explica Lorente, el trabajo educativo específico contra la violencia de género disminuye el riesgo de sufrirla porque cerca de la mitad de las jóvenes y casi el 35% de los chicos suelen recordar lo aprendido sobre este asunto en el centro educativo.

Según los profesionales encuestados, para conseguirlo se necesitan materiales que faciliten el tratamiento de este tema en el aula, formación especializada en prevención para el profesorado, una mejora del Plan de Acción Tutorial e implantación o mejora del PLan de Convivencia incluyendo estos temas de forma sistemática y generalizada.