La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de La Rioja convocará a las asociaciones agrarias de los ámbitos de actuación de la Denominación de Origen Califica Rioja (La Rioja, País Vasco y Navarra) para lograr “protección” para los productores ante las nuevas plantaciones de uva blanca.
El secretario general de UPA La Rioja, Eusebio Fernández, y el vicesecretario de esta organización, Tomás Latasa, ofrecieron hoy una rueda de prensa después de que, el pasado viernes, los tres gobiernos del ámbito de la DOC Rioja apostaran, en una reunión, por ampliar las hectáreas de producción de blanca en la Denominación.
Fernández consideró, ante esto, que “los agricultores tienen que tener en cuenta que el equilibrio de mercado se ha basado en reducir la producción”. Los productores, dijo, “han renunciado a los excedentes en pro de la calidad”.
Por eso, consideró que, ante el posible aumento en 2.500 hectáreas de plantaciones de uva para la obtención de blanca, son necesarios mecanismos de “protección” para los agricultores que permitan seguir contando con un mercado “equilibrado”.
Para cumplir este fundamento, UPA plantea cinco puntos. El primero de ellos, que durante una serie de años (entre ocho y quince) no se puedan transformar estas plantaciones en producción de uva tinta. También asegurar la utilización al cien por cien de las nuevas plantaciones para uva blanca.
Con estas medidas, explicó el responsable de UPA, se intenta salvaguardar la producción de uva actual, evitando que las nuevas plantaciones puedan usarse para la elaboración de vinos tintos, lo que, en su opinión, generaría un incremento que afectaría al equilibrio del mercado.
A esto, UPA une la necesidad de usar criterios que eviten que las actuales plantaciones de blanco se transformen en negro. Algo que, a su juicio, puede darse en el caso de que cierto sobrante de blanco de las nuevas plantaciones bajara los precios y se decidiera cambiar de variedad las actuales hectáreas de blanco.
Fernández, además, defendió un sistema de etiquetado específico para blanco y para tinto (aceptando, en un principio, un control numérico del embotellado blanco); y utilizar un presupuesto específico de promoción para los vinos blancos.
Preguntado por la eficacia de las nuevas plantaciones para los agricultores, el secretario general de UPA afirmó que “siempre que haya mercado, supondrá más trabajo y más renta para el agricultor”.
En este sentido, el responsable sindical dio “por hecho” que si el sector comercializador lo pide, es porque hay mercado, pero incidió en la necesidad de que “si sale mal, no lo pague el agricultor”. De ahí que, desde el sindicato, se pida “protección” para el productor.