Medio millar de personas salieron a la calle para protestar por el “pin parental” el pasado 23 de enero. La concentración fue convocada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y la asociación Arcópoli a fin de defender una educación afectivo-sexual diversa dentro de los centros educativos, donde todas las manifestaciones del amor de manera libre e igualitaria tienen cabida, tal y como reclamaron en la lectura del comunicado. A dicho manifiesto también se unieron la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA) y el Sindicato de Estudiantes, quienes llamaron a una huelga general en los centros educativos el próximo 6 de marzo contra el “pin parental’.
La representación política llegó de la mano de Boti García Rodrigo, la nueva directora general de Diversidad Sexual y LGTBI en el Ministerio de Igualdad, Isa Serra, portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli, diputada regional socialista, y Marta Higueras, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento. Bajo el lema “Insistimos, somos iguales al resto de la sociedad”, la concentración discurrió en un ambiente pacífico.
Pin parental
Pin parental
Murcia ha sido la primera ciudad en instaurar esta medida fomentada por VOX, en la que se exige el conocimiento a las familias de los alumnos de “las actividades complementarias de las programaciones docentes que forman parte de la propuesta curricular” transmitidas por personal ajeno al centro educativo, “con objeto de que puedan manifestar su conformidad o disconformidad con la participación de sus hijos menores en dichas actividades”.