Amaniel tendrá bordillos: una ley regional impide construir la plataforma única

El proyecto de reforma para Amaniel cambiará sustancialmente respecto a lo publicado por el Ayuntamiento de Madrid. Los continuos retrasos de la obra por diferentes motivos han propiciado que, en el transcurso de su tramitación, la Comunidad de Madrid haya aprobado una ley que impide implantar la plataforma única en el caso de calles por las que circulan medios de transporte público, como es el caso de la calle Amaniel, por donde cruza el autobús de la línea M2.

La normativa regional obligará a que toda la calle Amaniel tenga bordillo, al igual que la calle Álamo. También contará con el mismo diseño la calle Reyes, donde ahora se concentran las obras, aunque inicialmente el proyecto no contemplaba la plataforma única para este tramo. De todo el proyecto solo se salva el rebaje de bordillos para el entorno de la plaza de los Mostenses, debido a que “por ella no circula el bus y tiene una configuración más peatonal”, informan fuentes del área de Desarrollo Urbano Sostenible.

La alteración del proyecto viene del pasado 19 de junio, cuando el Consejo para la Promoción de la Accesibilidad y las Barreras Arquitectónicas de la Comunidad de Madrid aprobó una nueva normativa para regular la implantación de plataformas únicas en la región. En ella se detalla que, además de la imposibilidad de que circulen autobuses, será obligatorio que la calle tenga una “intensidad de tráfico de vehículos baja para garantizar el tránsito prioritario y seguro de los peatones”, una circunstancia que -según el Ayuntamiento- no se da actualmente en la calle Amaniel, “ni tampoco parece que se vaya a dar a corto y medio plazo”, indican las fuentes consultadas.

La plataforma única sí que se implantará -en principio- en las calles San Vicente Ferrer y Palma. Los tramos que van desde la propia Amaniel hasta San Bernardo no cuentan con apenas tráfico y por ellos no circula la línea M2, que en su tramo de vuelta atraviesa las calles Conde Duque y Noviciado.