No se ven, pero ya han arrancado. Los trabajos para remodelar la Plaza España están en marcha desde hace unos días, después de que el pasado 26 de febrero se firmara el contrato municipal con FCC y Pacsa, las empresas adjudicatarias que ejecutarán la obra por 62 millones de euros. Fuentes del área de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS) confirman a Somos Malasaña que las primeras labores, como en todas las obras de este tipo, consisten en ajustes y mediciones sobre el terreno. “Las vallas tardarán todavía algunos días en aparecer”, añaden.
Lo que también ha empezado a correr es el calendario de ejecución, que contempla 21 meses de trabajos, lo que significa que la obra estaría finalizada a finales del año 2020. Aunque los plazos en proyectos como este siempre hay que tomarlos con precaución, ya que las actuaciones contemplan la excavación de un túnel en una zona en la que podrían aparecer restos arqueológicos, que podrían retrasarlo todo, como ya ha ocurrido en la remodelación de la estación de Gran Vía.
Aunque las obras empiezan en 2019, el grueso de los trabajos tendrá lugar en el año 2020, cuando el Ayuntamiento desembolsará el 67% del gasto total. Lo que primero arrancará, según tenía previsto el Ayuntamiento, es la remodelación de la zona más cercana a la Torre de Madrid, que conecta Princesa con Ferraz. El equipo de gobierno confiaba en que estuviera acabada incluso antes de las elecciones, pero varios retrasos en el arranque de la remodelación, que ha sido pospuesto varias veces, lo ha hecho imposible.
Ahora Madrid tomó la reforma de Plaza España como el emblema de su legislatura, desarrollando un proyecto participativo que incluyó varias votaciones, además de algunas críticas de colectivos arquitectónicos y vecinales. Lo acompañó del desbloqueo de la reforma del Edificio España, donde los trabajos avanzan más rápido y el hotel de 600 habitaciones que se construye estará acabado mucho antes que el espacio que cotempla ante sí. Todos los detalles sobre este proyecto, sus aspectos de movilidad, carriles bici y zonas estanciales y de juegos fueron analizadas por Somos Malasaña en una serie de artículos durante el verano.
El proyecto fue redactado por los arquitectos Fernando Porras Isla-Fernández, Aranzazu La Casta Muñoa, y Lorenzo Fernández-Ordóñez Hernández, quienes ganaron el concurso internacional de ideas convocado por el Ayuntamiento después de una votación y una fase de recogida de apoyos no exenta de polémica, en la que incumplieron las bases pero finalmente no fueron denunciados por ello. El dibujo final ha sido modificado respecto a su idea inicial, Welcome Mother Nature, debido a restricciones de Patrimonio y a la eliminación de su retúnel.