El número 24 de la calle Fuencarral, una de las vías comerciales más cotizadas de España, sigue vacío. Años después de la peatonalización del lugar, que ha sido colonizado por las franquicias, un pequeño reducto se mantiene sin edificar. Se trata de un solar de proporciones considerables al que el diario El Mundo dedica un pequeño reportaje.
El texto habla de Isaac, el único habitante del solar, que pernocta allí habitualmente. También denuncia la existencia de ratas y malos olores. Llega a citar a un vecino que denuncia que en el lugar “cagan, mean y trapichean”.
El texto indicaba que la única solución que aportaba el Ayuntamiento a las reiteradas quejas de los que rodean el solar era el del envío de una patrulla especial de limpieza, aunque en los últimos días se ha podido ver la instalación de una caseta de obra y el comienzo de trabajos en el fondo del solar con maquinaria pesada.
Más información:
- Lee aquí el reportaje completo: El rincón marginado de Fuencarral