Publicamos en esta tribuna abierta la carta que Agustín Saiz, vecino del barrio, dirige a los que ensucian habitualmente la Plaza del Dos de Mayo, un lugar que espera reforma pero que muestra un estado de conservación manifiestamente mejorable.
¡YA NO PUEDO MAS! La plaza del Dos de Mayo esta siendo sistemáticamente pasto del alcohol y la desidia ante la impotencia, falta de medios y apoyo a la Policía Local. He leído recientemente un artículo referente a su remodelación en el 2018, si es que aun queda algo que remodelar para entonces. Este artículo habla de las acciones a tomar y comenta que “no se va a modificar el uso de la misma por que cumple su cometido”... ¿cuál es este, señores? Albergar todos los días gente con problemas de alcoholemia en los parques infantiles, uso inapropiado y destrucción de instalaciones, botellón nocturno y diurno, escaparate diario de la degradación humana, etc.
En el barrio estamos ya cansados de ver todas las mañanas cómo nuestros impuestos son gastados en limpiar tanta suciedad y latas y botellas que se cuentan por millares. ¿Qué hacen ustedes? La Plaza del Dos de Mayo no es un bar público. ¡Basta ya! Estamos cansados de la “juerga insana”, de multitud de jóvenes y no tanto, que malinterpretan la libertad, mi libertad. Basta ya de fomentar el ocio del alcohol y la destrucción, parece que no hay diversión sin borrachera, sin romper, sin ruido, ¿es el tipo de sociedad que queremos? Lo estamos haciendo muy bien, enhorabuena!!!! Pero no se confundan, NO SON TURISTAS, son Madrileños que han tomado esta Plaza como parque temático del desenfreno, la suciedad, el ruido, la cerveza y qué se yo,... se ve de todo, y poco bueno.
Queremos un barrio para TODOS Y TODAS, los/las que vengan en son de paz, donde el respeto, la cultura, el negocio y el ocio sean ejemplo de la verdadera libertad. Queremos que el visitante disfrute de lo nuestro, que a pesar de su desidia, emana a raudales desde estas calles que pagan tantos impuestos como los demás. Basta ya de permitir que se enarbole la bandera de la “Movida”, entendida como borrachera y no como expresión cultural.
Basta ya de retroceder en el tiempo. Malasaña mira al futuro, no a los fantasmas del pasado. Queremos la vida de hoy, la libertad de hoy, los bares, los restaurantes, las tertulias de los cafés, los talleres de tendencias, las pequeñas tiendas de lo desconocido, los paseos por calles limpias y con arbolado, las risas de niños y ancianos, el corretear de perros. Queremos cultura bien entendida. ¡Ustedes no viven aquí! Yo sí.
Firma: Agustín Saiz, vecino de Malasaña