El cierre de la acera pública situada junto al Museo de Historia de Madrid, unido a los trabajos que eliminaron los parterres de la zona ha supuesto un desembolso de 700.000 euros del erario municipal, informa Madrid Diario.
El Ayuntamiento, que instaló la verja sin previo aviso hace ahora un año y medio, como ya contamos en Somos Malasaña, explica que el objetivo de la instalación es evitar la pintada de grafitis sobre la fachada del museo.
El edificio data del siglo XVIII y su fachada barroca está considerada una de las obras cumbres del arquitecto Pedro de Ribera. Pese a ello la verja, que permanece abierta durante el día en su parte central, no guarda ninguna referencia estética con el edificio y ha sido diseñada sin tener en cuenta el estilo de esta joya con casi 300 años de antigüedad.