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Los nuevos carriles bici serán “blandos, reversibles” y diseñados con participación ciudadana

Este 2016 Madrid vivirá una auténtica carrera administrativa por dotar de más vías ciclistas a la ciudad. La razón es la herramienta de financiación elegida para crear 35 vías ciclistas en la capital y que por fuerza tendrán que estar aprobadas e iniciadas antes de que den las campanadas.

Dicha herramienta es la catalogación de los carriles bici como inversiones financieramente sostenibles, una modalidad que permite a un Ayuntamiento destinar parte de sus superávit para acciones que duren más de cinco años, que no aumenten el gasto y que mejoren el medio ambiente, en lugar de a reducir la deuda.

La lista de estos más de 30 nuevos carriles bici se publicó justo antes de terminar el año y hace pocos días supimos que serían objeto de participación pública a través de las juntas de distrito. Este proceso, aún no definido, afectará tanto a los tramos que serán ejecutados en 2016 como a las posibles soluciones ciclistas que se puedan presupuestar a partir de 2017, explican en el blog En bici por Madrid, que además elabora un completo preguntas-respuestas sobre los nuevos carriles y un detallado mapa.

Como los encargados de este proceso serán las juntas de distrito, esta semana aprovechamos la visita a la calle Amaniel del concejal responsable de Centro y Chamberí, Jorge García Castaño, para preguntarle por el diseño y ejecución de los que son de su competencia: los bulevares de la M-10 (aquellos que rodean todo el distrito Centro por calles de elevado tráfico) y por los que servirán para salir y llegar al centro por el norte, sur, este y oeste.

“La idea es siempre que el carril bici se haga siempre en calzada, en el espacio del coche, no en la acera”, explica García Castaño, en coherencia con el programa de Ahora Madrid que prioriza las bicicletas sobre el tráfico motorizado, pero las pone por detrás de los peatones. De estas palabras se deduce que calles como Alberto Aguilera, Carranza o Génova perderán parte de la calzada destinada a los coches para dedicárselo a las bicicletas.

¿Cómo serán esos carriles? Todavía no está definido pero el concejal adelanta que “serán actuaciones blandas y reversibles”, apunta. “No tenemos ningún problema en probar y, si hay errores, dar la vuelta. No estamos hablando de inversiones que vayan a levantar toda la ciudad ni que vayan a ser costosísimas”, explica. La inversión total para estas reformas prevista es de 43 millones de euros.

El objetivo final de estas actuaciones, recalca el concejal, es “ganar espacio para la bicicleta y también pacificar el tráfico”. Deberán estar aprobadas a fecha 31 de marzo y ejecutarse a lo largo del año, por lo que García Castaño incide también en la premura de las actuaciones: “Es un escenario superambicioso, que creo que vamos a poder ejecutar casi en su totalidad”, cree.

Los errores de otros procesos participativos

El citado blog En bici por Madrid, una de las referencias para la movilidad en la capital, aporta su opinión en el artículo antes referenciado sobre cómo debe ser este proceso participativo:

“Creemos que lo más razonable es que haya una primera fase de diagnóstico participado que detecte los problemas de cada distrito. Esta fase de diagnóstico tiene varias ventajas: sirve tanto para los itinerarios de 2016 como para otras acciones futuras, es posible realizarla durante el mes de Febrero y no influye en la coherencia de la solución técnica. Además, está a salvo de posturas extremistas”, escriben.

Los autores añaden además la lista de los 12 procesos participativos sobre la bicicleta que se han elaborado en Madrid desde el año 2008, en los que analizan los errores que se cometieron para poner sobre aviso a los responsables municipales.