Luna empequeñece con la instalación del nuevo quiosco

Desde mediados de mes, Soledad Torres Acosta cuenta con su anunciado quiosco-cafetería. Al igual que otras plazas de Centro -como Vázquez de Mella y Jacinto Benavente-, Luna ha estrenado espacio de hostelería con el que el Ayuntamiento pretende revitalizar el área, según explica el concejal de zona, José Enrique Núñez, quien continúa aplicando la política de ocupar espacio público con el objetivo de evitar que en éste se instalen prostitutas, mendigos o gente haciendo botellón.

Con diseño del arquitecto alemán Ben Busche y revestido de madera, el quiosco, que explota la empresa asturiana Primur mediante adjudicación pública, ocupa más de 100 metros cuadrados -contando con la terraza- en pleno centro de la plaza, justo delante de la nueva comisaría de Policía y partiendo el espacio público en dos.

Según recoge la agencia Europa Press, “la idea es que este establecimiento esté abierto durantetodo el año

con un horario similar al del resto de locales de hostelería

de

la zona, con una hora y media extra los fines de semana y sin música

para no perturbar la tranquilidad de los vecinos. Consta de una parte cerrada para almacén y barra, una

terraza con mesas y sombrilla y de una

zona de madera donde también se instalan mesas y que está cubierta

por una lona térmica para proteger a los clientes tanto de la lluvia

como de los rayos del sol. El quiosco puede servir bebidas y comidas que no

requieran ser cocinadas“.

Agravio comparativo

Agravio comparativo

Se da la circunstancia de que el espacio con el que cuenta el nuevo quiosco es más del doble del decicado a los niños. La reducidísima zona infantil está situada en uno de los extremos de la plaza y junto a la salida de humos del parking subterráneo, hechos que han merecido las críticas vecinales.

Sin lugar a dudas, el nuevo quiosco también dificultará la utilización de la plaza como espacio donde patinar, ir en bicicleta o jugar al fútbol, actividades que venían realizando en ella los jóvenes de la zona.

Polémica remodelación

Polémica remodelación

La remodelación de la plaza de la Luna, actuación que se acometió en su día con urgencia, una vez los medios de comunicación se hicieron eco de la insostenible degradacion de la zona, ha acumulado críticas vecinales por doquier. Además de la situación del espacio infantil, la movilidad en la plaza se ha puesto también en entredicho ya que sólo en un punto lateral es por donde pueden bajar por una rampa carritos de bebé y sillas de rueda. El intento de jardín vertical -única zona verde de una plaza dura- ha fracasado y hoy no es más que un trozo de metal con secos penachos marrones. Por otra parte, la fuente de chorros de agua, permanece casi siempre apagada. Al mismo tiempo, desde que a principios del año se instaló en ella la comisaría también había generado quejas ciudadanas el hecho que con demasiada frecuencia se vean aparcados sobre su superficie coches de policía.