Malasañaman se convierte en cómic: llega 'La invasión de los etanolitos'

Del encuentro entre un 'héroe' sin cómic, Malasañaman, y un dibujante de cómics sin héroe, Sergio G. Núñez, nace 'La invasión de los etanolitos', un producto cien por cien malasañero que iremos publicando en fascículos digitales, de cinco páginas cada uno, en Somos Malasaña y cuya primera entrega se presenta hoy.

Malasañaman, personaje de carne y hueso creado por Agustín G. Kielmannsegge, se ha convertido en un habitual del barrio de Malasaña, donde tanto de día como de noche exhibe el único 'poder' que reconoce poseer, el de generar “buen rollo”; salta ahora al mundo de la historieta en un proceso inverso al habitual, en el que pierde dimensiones para ganar lectores.

“Había visto a Malasañaman en Somos Malasaña y en algún otro medio de comunicación y me gustó el personaje. Aunaba varias de mis pasiones: los héroes disfrazados y el rollo malasañanero. Casualmente, unos amigos me comentaron que conocían a Agustín y les dije que le preguntaran que si le apetecía que le hiciera un cómic. Se puso en contacto conmigo pocos días después”. Así resume Sergio G. Núñez el origen del proyecto que hoy presentan.

Convertir a Malasañaman en dibujo fue un trabajo laborioso. Su encarnación definitiva se resistió, cuentan Sergio y Agustín, hoy orgullosos del resultado final de sus tira y afloja. Tras un mes de arduo trabajo, Sergio tenía listo el grafismo del personaje y una idea de guión que desarrollaría junto a Agustín y que se ha materializado, finalmente, en 'La invasión de los etanolitos', el cómic. “El proceso de creación del cómic es completamente artesanal, dibujo las páginas a lápiz y después entinto y coloreó. Utilizo generalmente rotuladores y acuarelas. Por último, los textos los ponemos con Photoshop”, comenta Sergio.

“La historia de los etanolitos se desarrolla por completo en Malasaña, que sirve como reconocible escenario de una trama de humor blanco y algo canallesco, protagonizada por una especie alienígena cuya cultura es estar de fiesta continuamente y que cuando se plantea colonizar un planeta diferente al suyo llegan a la Tierra, cayendo en Malasaña”, avanza Agustín sobre una trama que poco a poco iremos descubriendo y que asegura puede gustar a cualquier tipo de público. “Nuestro cómic no es ni muy adulto ni muy infantil, que son los dos tipos de oferta que más abunda. Gustará al lector de Mortadelo y Filemón y al de Superlópez, una gran referencia para nosotros y cuyo espíritu hemos querido captar”.

Por su parte, Sergio afirma que el Malasañaman de sus viñetas, con la “Meñe” (letra que surge al mezclaz 'm' y 'ñ' en una misma grafía) que luce en su pecho como distintivo,  es un héroe madrileño cotidiano -como el Agustín de carne y hueso-, que nada tiene que ver con otros héroes distantes del tipo Superman o Batman. “Malasañaman es un héroe de barrio y un personaje que forma parte del 'otro Madrid', el que no se le vende a los turistas: no el de los grandes almacenes y musicales de la Gran Vía, sino el de los vecinos, artesanos, tiendas de proximidad y todas las activididades artísticas que se desarrollan en un barrio como el nuestro”.

Pese a que 'La invasión de los etanolitos' se podrá ir leyendo de forma gratuita en la red e, incluso, coleccionando las distintas entregas en formato PDF, la intención de sus autores es que el cómic acabe impreso en papel y en los quioscos, publicado en forma de libro de unas 38-40 páginas a todo color. Ambos confían en encontrar un mecenas, o la microfinanciación necesaria, para editar una tirada de unas 1.000 copias.

Primer capítulo de 'La Invasión de los etanolitos'

Primer capítulo de 'La Invasión de los etanolitos'

Malasañaman_COMIC_LosEtanolitos_cap1.pdf