Las obras para eliminar 101 plazas de aparcamiento de las calles Palma, San Vicente Ferrer y Espíritu Santo comenzaron en la noche del martes al miércoles con una actuación simple pero de gran impacto: la pintura de varias líneas continuas que desde hoy impiden aparcar en los tramos de las citadas vías afectadas por la reforma.
La línea continua se ha dibujado a ambos lados de la calzada en Palma y San Vicente Ferrer, paso previo al serrado de bolardos y a la recolocación de mobiliario urbano que impedirá físicamente el aparcamiento y dejará unas vías con un aspecto similar al que tiene hoy la calle Velarde.
Con la actuación también se ha procedido a mover zonas de carga y descarga, así como los aparcamientos para personas de movilidad reducida, que han sido trasladadas a lugares muy cercanos a los anteriores (puedes ver su nueva ubicación en este plano).
De forma paralela, el Ayuntamiento de Madrid -que ha cumplido su promesa de comenzar las obras esta semana- creará más de un centenar de nuevas plazas de aparcamiento en el entorno de Santa Cruz de Marcenado, por lo que el saldo neto de lugares donde dejar el coche en Malasaña será positivo al finalizar la actuación.
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