A partir de este miércoles el vano queda abierto para acoger la imagen original de San Fermín, una efigie que es propiedad de las peñas y que durante el año está depositada en un domicilio. La custodia la viuda de uno de cuatro los corredores que fueron promotores de la iniciativa en 1978, y que en principio situaba la imagen en un ventanal del desaparecido Hospital Militar (hoy edificio de Educación), para pasar finalmente a la actual hornacina, preparada para ello por el Ayuntamiento.
El día 7, minutos antes de la carrera, el San Fermín original se coloca en la hornacina, rodeado de velas, y con los pañuelos de las peñas de Pamplona. Es a esta imagen a la que los corredores cantan minutos antes del inicio del encierro (a las 7.55, las 7.57 y las 7.59 horas).
A partir de ahí la estatuilla se coloca y se retira cada día, custodiándose en la Casa Consistorial hasta el 14 de julio. Una vez terminados los Sanfermines, el lunes 17 de julio se volverá a montar la puerta de la hornacina y se recolocará, de forma permanente, la imagen retirada.