No nos merecemos esto

Y entonces el PP cogió su fusil. O sea, ETA. No podía faltar antes de terminar la campaña la película favorita de la derecha. Cuando se quedan sin argumentos, es decir, bastante rápido, echan mano de la amenaza terrorista y llaman ETA a todo lo que no es PP. Cuando la descalificación personal o los presuntos trapos sucios del adversario no les funcionan, sacan el trabuco para tratar de enlodarlo todo. Para intentar rebozar al contrario en el mismo lodazal en el que ellos chapotean como gorrinos. Pero una cosa les digo, es un buen síntoma. Eso es que tienen miedo, que están mirando las encuestas y pintan bastos. Cuando sacan la carta del miedo es que el miedo lo tienen ellos a perder.

Ocurrió en el debate electoral entre Aguirre y Carmena en Telesperanza. Como no tiene programa electoral y presume de ello, porque ella lo vale, a la condesa solo le queda la insidia y atacó a la jueza por haber sido asesora del gobierno vasco para las víctimas de maltrato policial. Será que Espe está a favor de la tortura. Carmena, sin embargo, es premio nacional de Derechos Humanos y ha sido relatora de la ONU sobre estas cuestiones, detalle que la presentadora olvidó mencionar. Despistadilla que es una. Después Aguirre le reprochó a la jueza que hubiera liberado a un etarra que no se arrepintió y a dos GRAPOS que se fugaron cuando les dio la libertad condicional. Paradójico cómo la defensora del “imperio de la ley”, obvia que un juez tiene que aplicarla. Pero Aguirre de leyes, ni torta, ella es más de tortazos.

Como sus cachorros que estaban on fire en twitter repitiendo sus palabras. Y como éramos pocos, parió la burra. Por la mañana, El Mundo abría su portada diciendo que los presos etarras estarían a favor de un gobierno de Podemos, basándose en unas frases de un par de presos. El ColETAs es ETA. Mil veces lo ha dicho ya Esperanza. Pero esta vez se ha encontrado enfrente a una mujer que no entró al trapo envenenado que le tendían. Podría haber recordado que ella también estuvo en la mirilla de ETA. Calló elegantemente. Te podrá gustar más o menos quién es, de dónde viene y adónde quiere ir Carmena, pero como espectadores hay que agradecerle que no dé espectáculos.

A Aguirre hay que agradecerle que nos dejara ver cómo se arrastra por fango. Por primera vez la hemos visto mancharse. Ella que siempre salía impecable de todos los charcos, se ha tirado de cabeza al lodo a intentar coger a su contrincante de los pelos como en una vulgar pelea de barro. La que se está tirando de los pelos es Esperanza y se le nota. Por fin la hemos podido ver revolcarse en el barrizal en el que lleva años nadando, ese barro al que no le importó echar también la memoria de las víctimas de ETA. Se ha retratado. En Carmena y Aguirre han quedado retratadas las dos formas de hacer política que se enfrentan en estas elecciones: la integridad de una frente a la desvergüenza de la otra.

El domingo nos retratamos los demás. Si gana la desvergüenza, dirán que tenemos los políticos que nos merecemos. No, perdón, tenemos los políticos que se merecen los que les votan. A nosotros no nos carguen con el muerto que bastante tenemos con aguantarlo. Qué hemos hecho nosotros para merecernos a políticos como estos. Pagamos nuestros impuestos, nos partimos el lomo para salir adelante y luego llega un tipo al que damos nuestra confianza para que vele por nuestros intereses y los pisotea. Luego llega nuestro vecino, se pone la camiseta de hincha, se olvida de todo, incluso de su conciencia y le vota a sabiendas de que es un incompetente o un impresentable. No lo haga, no se falle otra vez. No se lo merecen. No nos los merecemos. No nos merecen.

Este país se merece algo mejor. Nos lo hemos ganado. No nos merecemos más políticos zafios, marrulleros, mentirosos, populacheros y corruptos. No nos merecemos a los políticos que nos han traído hasta aquí. Nuestras ciudades no se merecen a una Esperanza Aguirre. Ni nos merecemos los medios de intoxicación masiva que les jalean y aplauden. No nos merecemos tampoco que la nueva política se comporte a veces como la vieja. Nos merecemos otra cosa. Nos merecemos políticos que discutan sosegada y honradamente. Los ha habido en esta campaña. Nuevos candidatos han traído una honestidad y serenidad inéditas, incluso han obligado a algunos veteranos a entrar en el debate de ideas. En eso ya hemos ganado.

Hemos visto que otra forma de hacer política es posible. Que somos capaces de ser mejores. Ahora hace falta que una mayoría se atreva a serlo y quiera hacerlo realidad. Ustedes mismos.

Javier Gallego es el director del programa de radio de eldiario.es, Carne Cruda, que se emite los martes y jueves a las 12h en www.carnecruda.es. Hoy entrevista al mejor alcalde del mundo, Jón Gnarr, el payaso islandés que ganó unas elecciones parodiando las malas prácticas de los políticos.www.carnecruda.es