La formación centrista Futuro Brillante anunció hoy que abandona la coalición de gobierno islandés, que queda en minoría, tras el estallido de un escándalo que afecta al primer ministro conservador, Bjarni Benediktsson.
Medios islandeses revelaron ayer que el jefe del Ejecutivo de centroderecha, en el poder desde enero, encubrió que su padre había enviado una carta a las autoridades recomendando que le fuera eliminado el historial criminal a un amigo condenado por abusos sexuales contra su hijastra.
En Islandia existe un procedimiento legal por el que personas que han cumplido condenas por delitos graves pueden limpiar su historial si cumplen varias condiciones, entre ellas presentar una carta de recomendación de otra persona.
El Ministerio de Justicia islandés se vio forzado ayer, tras ser requerido por un comité parlamentario, a revelar la identidad de la persona que había suministrado la misiva, que resultó ser Benedikt Sveinsson, padre del actual primer ministro.
La ministra de Justicia, Sigríður Andersen, admitió además que había informado a Bjarni Benediktsson del caso en julio pasado.
“La dirección de Futuro Brillante ha decidido finalizar la cooperación con el gobierno de Bjarni Benediktsson. El motivo de la separación es una seria ruptura de la confianza dentro del gobierno”, comunicó este partido en su página de Facebook.
El Partido de la Independencia, tradicional dominador de la política islandesa y ganador de los comicios, y dos formaciones de centro, el Partido Reformista y Futuro Brillante, cerraron en enero una coalición de gobierno tras dos meses de negociaciones y cuatro intentos que involucraron distintas constelaciones.
La coalición controlaba 32 de los 63 escaños del Parlamento, cuatro de ellos de Futuro Brillante.
Las elecciones de noviembre pasado fueron adelantadas varios meses debido al escándalo político que había estallado en primavera por la vinculación del entonces primer ministro, Sigmundur David Gunnlaugsson (centroderecha), con los papeles de Panamá.
Sigmundur David Gunnlaugsson tuvo que dimitir y su cargo fue asumido de forma provisional por el ministro de Agricultura y compañero de partido, Sigurdur Ingi Jóhannsson, que siguió gobernando en coalición con los conservadores.