El Ejecutivo alemán tiene “total confianza en la justicia española y en la capacidad de juicio del Gobierno español”, que deben todavía decidir sobre la extradición a Turquía del escritor germano-turco Dogan Akhanli, detenido este verano en la ciudad española de Granada por una orden de arresto de Interpol.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Martin Schäfer, recordó en rueda de prensa que el Gobierno alemán ya trasladó a Madrid su posición contraria a la extradición tras la detención de Akhanli a petición de Turquía.
El escritor, que se encontraba de vacaciones en España, fue arrestado días después de la detención en el aeropuerto barcelonés de El Prat, también a petición de Turquía, del periodista sueco de origen turco Hamza Yalçin.
Akhanli quedó el libertad provisional mientras se tramita el expediente de extradición, pero Yalçin fue enviado a prisión por riesgo de fuga, hasta que ayer un juez de la Audiencia Nacional decretó su libertad provisional.
Su caso fue rescatado hoy en la rueda de prensa de los portavoces del Gobierno alemán al publicar varios medios que la Fiscalía turca va a pedir a través de Interpol la detención del ex redactor jefe del diario Cumhiriyet Can Dündar, exiliado en Alemania y que está siendo juzgado en su país en ausencia acusado de colaboración terrorista.
Sin entrar en el fondo del asunto, Schäfer afirmó que, dada la experiencia con ese tipo de órdenes de detención, no se podía imaginar que se aplicara en Alemania y se detuviera a Dündar.
El portavoz del Ministerio de Interior, Johannes Dimroth, recordó que un proceso legal de ese tipo debe superar distintos pasos y señaló que hay instrumentos para evitar que se abuse de las órdenes de detención internacionales.