El ministro argentino de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, consideró hoy que el embargo dictaminado por un juez de Bélgica sobre las cuentas de su embajada en este país forma parte de “una maniobra de presión por parte de un tribunal de Nueva York”.
“Este tribunal está defendiendo a un grupo de inversores que compró en Argentina a un valor muy inferior al mercado y pretende cobrar más que el 93 % de acreedores que accedieron a la renegociación de la deuda”, dijo Barañao a Efe tras reunirse con el comisario europeo de Investigación, Carlos Moedas.
El ministro calificó el embargo preventivo de una o varias cuentas de la embajada de Argentina en Bruselas como una “cuestión ética” que tiene un peso “más político que legal”.
El embargo es una petición del fondo NML Capital tras la sentencia de un tribunal neoyorquino que condenó a Argentina a pagar 1.300 millones de dólares por títulos de deuda en mora desde 2001, cuando este país declaró el cese de pagos.
“Argentina no va a dar condiciones diferenciadas a este grupo especulativo, pues afectaría a los intereses de la gran mayoría de los acreedores que han pactado algo que consideran racional y beneficioso”, precisó el político argentino.
Si este reclamo sectorial prospera, “se complicarían los procesos de renegociación de deuda incluso en países europeos que encaran situaciones similares a la de Argentina en 2002”, advirtió Barañao.
También indicó que el Gobierno argentino “está apelando la medida y confía en que esto se resuelva en breve”, pues ya hay antecedentes al respecto.
“Esto ya ha ocurrido en el pasado (...) con situaciones bochornosas como el embargo de la fragata Libertad”, señaló.