Lo ha dicho en respuesta al líder de CiU en el Parlamento, Jordi Turull, en la sesión de control al Gobierno en el Parlamento, al día siguiente de presentarse las balanzas fiscales de 2010, que indican que el déficit fiscal catalán se situó entre 11.258 y 16.543 millones de euros, según el método de cálculo que se utilice.
“El problema de verdad está en este déficit fiscal, y desgraciadamente es estructural”, ya que se mantiene estable en más de un 8% del PIB durante los últimos años, y no ha habido cambios pese al modelo de financiación que nació precisamente para lograr una reducción.
Artur Mas ve “escandaloso” que dirigentes políticos arremetan contra la petición del Gobierno de incrementar el objetivo de déficit pero que no tengan en cuenta el déficit fiscal catalán.
Reduciendo un tercio la diferencia entre lo que los catalanes aportan al Estado vía impuestos y lo que reciben, no hubiesen sido necesarios los recortes de los últimos tres años, lo que hubiera posibilitado al Gobierno generar empleo, estímulos a los sectores productivos y mantener las inversiones en obra pública, ha dicho.
También ha resaltado que las balanzas fiscales las calculan técnicos, “gente experimentada que lleva muchos años” haciendo estos cálculos, y la metodología es la misma que durante la etapa del tripartito, cuando el consejero de Economía era el socialista Antoni Castells.