La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos criticó hoy la represión a los manifestantes que desde hace un mes piden la dimisión del presidente sudanés, Omar Al Bashir, y demandó la liberación de algunos detenidos “arbitrariamente” en las protestas.
“Me preocupan las informaciones que hablan de un excesivo uso de la fuerza, incluyendo munición real, por parte de las fuerzas de seguridad del Estado de Sudán durante las manifestaciones a gran escala (ocurridas) en varias partes del país desde el 19 de diciembre”, destacó la comisionada Michelle Bachelet en un comunicado.
“El Gobierno debe garantizar que las fuerzas de seguridad manejan estas protestas en línea con las obligaciones del país con los derechos humanos, y por tanto faciliten y protejan el derecho a la asamblea pacífica”, añadió la expresidenta chilena.
Bachelet también señaló que el régimen de Al Bashir, en el poder desde 1989, debe “asegurarse de que aquellos arbitrariamente detenidos por ejercer su derecho a la libre asamblea y expresión sean adecuadamente puestos en libertad”.
La comisionada subrayó que la represión de las protestas “sólo puede empeorar el descontento” y afirmó que su agencia está dispuesta a enviar un equipo a Sudán para asesorar a las autoridades y ayudar a que se respeten los derechos humanos.
En las protestas en la capital, Jartum, y otras ciudades del país han muerto al menos 24 personas, según cifras del Gobierno sudanés, aunque otras fuentes llegan a doblar este número.
Asimismo, 816 personas -de acuerdo con los datos oficiales- han sido detenidas en conexión con las protestas, incluyendo periodistas, activistas de derechos humanos y representantes de la sociedad civil.
Las protestas dieron comienzo el 19 de diciembre por la escasez de productos básicos y la fuerte inflación, pero pronto se convirtieron en un movimiento popular en contra del Gobierno, al que se han sumado los principales partidos de la oposición y agrupaciones sindicales.