La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, ha considerado que sucesos como los ocurridos recientemente en Alsasua son “absolutamente inaceptables”, si bien ha pedido no caer en la sobrealimentación ni en la sobreexcitación de un entorno que “ya no es”. “Por suerte, ETA ya no actúa”, ha zanjado.
En una entrevista con Efe, Barkos ha reflexionado sobre la agresión a dos guardias civiles y a sus parejas en esta localidad navarra, que, a su juicio, no se debió a que exista odio a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
“Si fuera así, no hubiéramos visto otro tipo de adhesiones, como la que se vio a los dos días frente al cuartel de la Guardia Civil”, ha considerado.
No obstante, ha admitido que, en el caso de Navarra, “hay quien sigue sin ver con buenos ojos” a la Guardia Civil y espera explicaciones, por ejemplo, de cuestiones “tan dramáticas” como la desaparición y asesinato de Mikel Zabalza.
Barkos ha señalado que todavía hay gente que ve con “enorme disgusto” la presencia en Navarra de determinados cuerpos de seguridad, de la misma manera que hay quien tiene también un gran recelo hacia las personas que defienden tesis nacionalistas, porque ETA “decía actuar en nombre de aquellas tesis”.
“A mí me ocurre. No recibir una paliza, pero sí recibir una bofetada sonora por parte de la viuda de un guardia civil cuando me identifica. Y lo comprendo”, ha dicho.
En ese contexto, ha apostado por llegar a una “convivencia clara”, en la que todos sean capaces de reconocer “el porqué y el dolor del adversario, de quién está enfrente y de quién ha sufrido”.
Una senda en la que hay que evitar que sucesos como el de Alsasua, “absolutamente inaceptables, caigan en lo contrario, en la sobrealimentación, en la sobreexcitación de un entorno que ya no es”, porque la banda terrorista ETA “ya no actúa”.
Respecto a la disolución definitiva de ETA, es tajante: “Si fuera mañana, mejor”.
En su opinión, si hubiera la posibilidad de encarar un proceso con un desarme unilateral, también se podría empezar a hablar de acabar con las “medidas de excepcionalidad en materia de política penitenciaria”. “Ojalá fuera mañana”, ha insistido.